.Creo que con la deriva que están tomando las cosas e incluso con los pronósticos que nuestros gobernantes nos dicen claramente en el Parlamento, debemos empezar a articular a la sociedad civil en algo que quizás tengamos “algo olvidado”.
Me estoy refiriendo a la solidaridad con el vecino, a la empatia y militancia a favor de minorar los problemas de aquellos que tenemos a nuestro lado, en nuestra calle o en nuestro pueblo y que “el sistema” los esta dejando sin la menor posibilidad de sobrevivir. No podemos consentir que nos quiten la dignidad de seres humanos.
Esto anterior no depende de la CE ni de la Merkel o Sarkozy. Eso quiere decir aquello tan antiguo y tan real como “Contigo pan y cebolla”.
Tenemos que salir a buscar a aquellos que están teniendo problemas básicos para mantener a sus familias. No debemos esperar a que ellos salgan a pedir, ya que es importante, fundamental diría yo, que sigan manteniendo intacta su dignidad.
El planteamiento no depende de color politico, porque a todos los colores esta afectando la crisis y, desgraciadamente –mas que afectará-.
Tampoco estamos hablando de hacer “caridad”, sino que simplemente hablamos de “solidaridad”.
Y esto lo debemos hacer al menos por dos cuestiones importantes; a saber.
1º.- El estado de bienestar no se podrá mantener solo para “unos pocos” y oír tanto aunque solamente sea por puro egoísmo de humanos, debemos ayudar a que todo el mundo tenga al menos lo mínimo para poder sobrevivir con dignidad.
2º.-Esta situación es totalmente imposible de que una sociedad la pueda seguir soportando “sine die” y de nuevo viene la necesidad de que; por egoísmo de colectivo, tratemos de vitar que aquel que no tenga “lo mínimo” para garantizar a su familia la vivienda, el alimento y la sanidad además de la educación, salga a la calle y reclame –de forma violenta- sus derechos simplemente como humano.
Además de estos dos argumentos que solo son egoístas, esta el que realmente me importa que es que no podemos dejar que el sistema nos arrolle cuando hemos sido como colectivo nosotros quienes lo hemos hecho posible. Simplemente tenemos derecho a ello.
Nunca doy consejos de nada, porque para mi no los encuentro, pero en este caso te pido que salgas a la calle y hables con el vecino y que empatices con su problema ya que mañana puede ser el tuyo.
Muévete, por favor.
Me estoy refiriendo a la solidaridad con el vecino, a la empatia y militancia a favor de minorar los problemas de aquellos que tenemos a nuestro lado, en nuestra calle o en nuestro pueblo y que “el sistema” los esta dejando sin la menor posibilidad de sobrevivir. No podemos consentir que nos quiten la dignidad de seres humanos.
Esto anterior no depende de la CE ni de la Merkel o Sarkozy. Eso quiere decir aquello tan antiguo y tan real como “Contigo pan y cebolla”.
Tenemos que salir a buscar a aquellos que están teniendo problemas básicos para mantener a sus familias. No debemos esperar a que ellos salgan a pedir, ya que es importante, fundamental diría yo, que sigan manteniendo intacta su dignidad.
El planteamiento no depende de color politico, porque a todos los colores esta afectando la crisis y, desgraciadamente –mas que afectará-.
Tampoco estamos hablando de hacer “caridad”, sino que simplemente hablamos de “solidaridad”.
Y esto lo debemos hacer al menos por dos cuestiones importantes; a saber.
1º.- El estado de bienestar no se podrá mantener solo para “unos pocos” y oír tanto aunque solamente sea por puro egoísmo de humanos, debemos ayudar a que todo el mundo tenga al menos lo mínimo para poder sobrevivir con dignidad.
2º.-Esta situación es totalmente imposible de que una sociedad la pueda seguir soportando “sine die” y de nuevo viene la necesidad de que; por egoísmo de colectivo, tratemos de vitar que aquel que no tenga “lo mínimo” para garantizar a su familia la vivienda, el alimento y la sanidad además de la educación, salga a la calle y reclame –de forma violenta- sus derechos simplemente como humano.
Además de estos dos argumentos que solo son egoístas, esta el que realmente me importa que es que no podemos dejar que el sistema nos arrolle cuando hemos sido como colectivo nosotros quienes lo hemos hecho posible. Simplemente tenemos derecho a ello.
Nunca doy consejos de nada, porque para mi no los encuentro, pero en este caso te pido que salgas a la calle y hables con el vecino y que empatices con su problema ya que mañana puede ser el tuyo.
Muévete, por favor.
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