25/8/12

Consideraciones a la falta de solidaridad de la sociedad española.


Durante todo ese tiempo en el que nos están -recetando -medidas que atentan contra llamado Estado del bienestar, y dada mi implicación de los movimientos sociales que como consecuencia de tales medidas se están dando; #PAH, #15M, y otras.

Mi impresión, sin duda equivocada, es que la ciudadanía que componen el Estado español; -en general -carece de solidaridad frente a los problemas de sus vecinos.

Mi afirmación se sustenta, en especial, en la falta de participación en movimientos del tipo .plataforma de afectados por la hipoteca -, movimiento sin duda solidario, que basa su efectividad en la afluencia de ciudadanos que intentan convencer a quienes defienden la legalidad -no ética -en las condiciones de crisis en las que habitamos. Pues cuando ocurre un -evento -que requiere de dicha solidaridad, nos encontramos habitualmente con muchos -me gusta -en Facebook, pero realmente poca afluencia en el momento y lugar que requiere de nuestra presión ciudadana.

Este hecho, sin duda respetable, ya que cada uno es libre de hacer lo que su libre albedrío le recomiende. Este hecho pues me hace reflexionar sobre las causas de dicha A-solidaridad que se ha distribuido de manera uniforme entre nuestros compañeros ciudadan@s, en España y en este momento.

Yo achacó parte de la falta de solidaridad, al periodo de las últimas décadas en el que -el sistema -se empeñó en hacernos creer que éramos -propietarios -de una serie de bienes terrenales, de los que la historia ha demostrado que nunca fue así, ya que cuando los bancos tuvieron problemas, las familias fueron desarrolladas y las entidades fueron rescatadas.

Esto demuestra, que nunca existió realmente -de derecho -el Estado de bienestar que, en teoría había conseguido la ciudadanía. Sino que fue una artimaña -más -de los poderes fácticos que en todo momento han estado controlando nuestro -desarrollo -, para ordeñar nuestra fuerza de trabajo, que al fin y a la postre, es la única que genera economía real. Riqueza.

Una vez cuestionada la eficacia de una desregulación del sistema especulativo, de economía basada en los mercados financieros, que nunca pertenecieron a la generación de economía real.

Una vez evidenciado dicho fracaso, el Estado de bienestar está cayendo cual -castillo de naipes -y la situación personal de las personas está, sin duda, en una encrucijada de la que no tienen la orientación necesaria para poder tomar el camino más adecuado para ellos, sus familias y en general para la sociedad.

Estos hechos, nos han dejado consecuencias colaterales, como la evidente ausencia de solidaridad que siempre ha sido -causa -de aquellos que creían, tenían, que defender su patrimonio terrenal. Y que el ejercicio de la solidaridad peligraba estos bienes que pretendía -conservar -.

Es decir; que en estos momentos somos expropietarios, ex beneficiarios de unas ventajas del Estado de bienestar y además somos tremendamente insolidarios por los problemas de nuestros vecinos.

Aquello de que -cuando las barbas de tu vecino veas cortar, o las teorías a remojar -, es un aforismo que pensamos, -no va con nosotros -, sólo es una cuestión de cuatro excluidos que quisieron vivir por encima de sus posibilidades y les está tocando seguramente lo que se merecen.

Como consecuencia de dicho pensamiento nos encontramos que cuando una familia se -descuelga -del sistema porque perdió su trabajo, sus ingresos y como consecuencia su proyecto de vida. Preferimos cerrar la puerta, poner la televisión, escuchar a sesudos comentaristas. En vez de salir a la calle, apoyar al vecino al tiempo que preguntar al resto de ciudadanos;¿por qué está ocurriendo, lo que está ocurriendo?.

Esta actitud beneficia sin duda guión de nuevo -a quienes los manejan, que no coincide con quienes nos gobiernan.

Y lo que beneficia, puesto que permite aplicar -dosis más elevadas -de su farmacopea asocial.

Permite aplicar recortes a los que llaman reformas.

Permite que de nuevo a quienes colaboraron con su sangre en la creación de esta especie de estado ficticio, se les hurte, de poder tener un periodo final de su vida.

Y en suma, está permitiendo que las llamadas -líneas rojas -que cualquier sociedad avanzada debería tener clarísimas, simplemente se estén borrando con el barro de la intimidad que nuestros gobernantes, en una sesión del poder que la democracia les otorga, nos están haciendo -tomar -a dosis sin duda letales.

Cuando se está discutiendo, que a alguien, que en su día trabajo, que en su día cotizó y que cada día sigue pagando impuestos. Que a esa persona se la criminalidad por cobrar la estupenda suma de €400 al mes durante el alargado periodo de seis meses. Cuando se permite romper, con incluso la ley de protección de datos en cuanto a su familia. Ya que sus padres que se encuentran -ajenos -al asunto de una persona, mayor de edad y sujeto independiente a los efectos legales para el Estado.

Cuando esto se permite y los sindicatos simplemente no se instalan en las calles de forma definitiva para aclararnos que esto además de injusto es simplemente ilegal.

Algo está ocurriendo en esta sociedad de expropietarios, de ex financieros y de cuasi especuladores en la que nos convertimos en las últimas décadas. Todo ello para que quede claro con gobiernos socialistas y conservadores.

Como diría Rocco Varela, que Dios nos coja confesados. Y a los que no practicamos la compresión, que nos parta un rayo. Redios.

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