Durante todo ese tiempo en el que nos
están -recetando -medidas que atentan contra llamado Estado del bienestar, y
dada mi implicación de los movimientos sociales que como consecuencia de tales
medidas se están dando; #PAH, #15M, y otras.
Mi impresión, sin duda equivocada, es
que la ciudadanía que componen el Estado español; -en general -carece de
solidaridad frente a los problemas de sus vecinos.
Mi afirmación se sustenta, en
especial, en la falta de participación en movimientos del tipo .plataforma de
afectados por la hipoteca -, movimiento sin duda solidario, que basa su
efectividad en la afluencia de ciudadanos que intentan convencer a quienes
defienden la legalidad -no ética -en las condiciones de crisis en las que
habitamos. Pues cuando ocurre un -evento -que requiere de dicha solidaridad,
nos encontramos habitualmente con muchos -me gusta -en Facebook, pero realmente
poca afluencia en el momento y lugar que requiere de nuestra presión ciudadana.
Este hecho, sin duda respetable, ya
que cada uno es libre de hacer lo que su libre albedrío le recomiende. Este
hecho pues me hace reflexionar sobre las causas de dicha A-solidaridad que se
ha distribuido de manera uniforme entre nuestros compañeros ciudadan@s, en
España y en este momento.
Yo achacó parte de la falta de
solidaridad, al periodo de las últimas décadas en el que -el sistema -se empeñó
en hacernos creer que éramos -propietarios -de una serie de bienes terrenales, de
los que la historia ha demostrado que nunca fue así, ya que cuando los bancos
tuvieron problemas, las familias fueron desarrolladas y las entidades fueron
rescatadas.
Esto demuestra, que nunca existió
realmente -de derecho -el Estado de bienestar que, en teoría había conseguido
la ciudadanía. Sino que fue una artimaña -más -de los poderes fácticos que en
todo momento han estado controlando nuestro -desarrollo -, para ordeñar nuestra
fuerza de trabajo, que al fin y a la postre, es la única que genera economía
real. Riqueza.
Una vez cuestionada la eficacia de
una desregulación del sistema especulativo, de economía basada en los mercados
financieros, que nunca pertenecieron a la generación de economía real.
Una vez evidenciado dicho fracaso, el
Estado de bienestar está cayendo cual -castillo de naipes -y la situación
personal de las personas está, sin duda, en una encrucijada de la que no tienen
la orientación necesaria para poder tomar el camino más adecuado para ellos,
sus familias y en general para la sociedad.
Estos hechos, nos han dejado
consecuencias colaterales, como la evidente ausencia de solidaridad que siempre
ha sido -causa -de aquellos que creían, tenían, que defender su patrimonio
terrenal. Y que el ejercicio de la solidaridad peligraba estos bienes que
pretendía -conservar -.
Es decir; que en estos momentos somos
expropietarios, ex beneficiarios de unas ventajas del Estado de bienestar y
además somos tremendamente insolidarios por los problemas de nuestros vecinos.
Aquello de que -cuando las barbas de
tu vecino veas cortar, o las teorías a remojar -, es un aforismo que pensamos,
-no va con nosotros -, sólo es una cuestión de cuatro excluidos que quisieron
vivir por encima de sus posibilidades y les está tocando seguramente lo que se
merecen.
Como consecuencia de dicho
pensamiento nos encontramos que cuando una familia se -descuelga -del sistema
porque perdió su trabajo, sus ingresos y como consecuencia su proyecto de vida.
Preferimos cerrar la puerta, poner la televisión, escuchar a sesudos
comentaristas. En vez de salir a la calle, apoyar al vecino al tiempo que
preguntar al resto de ciudadanos;¿por qué está ocurriendo, lo que está
ocurriendo?.
Esta actitud beneficia sin duda guión
de nuevo -a quienes los manejan, que no coincide con quienes nos gobiernan.
Y lo que beneficia, puesto que
permite aplicar -dosis más elevadas -de su farmacopea asocial.
Permite aplicar recortes a los que
llaman reformas.
Permite que de nuevo a quienes
colaboraron con su sangre en la creación de esta especie de estado ficticio, se
les hurte, de poder tener un periodo final de su vida.
Y en suma, está permitiendo que las
llamadas -líneas rojas -que cualquier sociedad avanzada debería tener
clarísimas, simplemente se estén borrando con el barro de la intimidad que
nuestros gobernantes, en una sesión del poder que la democracia les otorga, nos
están haciendo -tomar -a dosis sin duda letales.
Cuando se está discutiendo, que a
alguien, que en su día trabajo, que en su día cotizó y que cada día sigue
pagando impuestos. Que a esa persona se la criminalidad por cobrar la estupenda
suma de €400 al mes durante el alargado periodo de seis meses. Cuando se
permite romper, con incluso la ley de protección de datos en cuanto a su
familia. Ya que sus padres que se encuentran -ajenos -al asunto de una persona,
mayor de edad y sujeto independiente a los efectos legales para el Estado.
Cuando esto se permite y los
sindicatos simplemente no se instalan en las calles de forma definitiva para
aclararnos que esto además de injusto es simplemente ilegal.
Algo está ocurriendo en esta sociedad
de expropietarios, de ex financieros y de cuasi especuladores en la que nos
convertimos en las últimas décadas. Todo ello para que quede claro con
gobiernos socialistas y conservadores.
Como diría Rocco Varela, que Dios nos
coja confesados. Y a los que no practicamos la compresión, que nos parta un
rayo. Redios.
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