Estos días se ha publicitado el
inicio en nuestra Comarca y, mas concretamente en la ciudad de Benidorm de una
iniciativa sencilla pero compleja a su vez.
Hemos puesto en contacto a los
excedentes ya preparados, de las cocinas de Hoteles en funcionamiento de
Benidorm, con las manos de familias necesitadas y en Exclusión Social.
En este momento ya están funcionando
dos Hoteles, los dos de la misma cadena empresarial, el Regente y el Riu d.Or.
En cada uno de ellos y dos veces al día,
durante todos los días de la semana, se ponen en contacto estos dos extremos de
esta sociedad y; simplemente lo que unos tendrían que destruir, los otros lo
aprovechan en perfecto estado de conservación y uso.
A partir de aquí vienen los “problemas”
de algunos estamentos que, si bien Constitucionalmente son los encargados de
proveer de sustento básico a estas familias en Exclusión Social por motivos de
la crisis, de forma frecuente, solamente ven el cumplimiento de unas leyes,
preceptos que –por cierto- tampoco con nuestro sistema se incumplen, ya que
estamos obsesionados con el cumplimiento de las Normas sanitarias, tanto o mas
que la propia Inspección de Sanidad.
Pareciera más bien una cuestión de
ver quien sale en la foto, o quizás una de “mala conciencia” del deber no
realizado.
En ambos casos creo que –esta vez- no
abra discusión y no la habrá porque para generarla dice el refrán que “hacen
falta al menos DOS”, y nuestra Asociación no tiene interés en participar de
ella.
Las leyes sanitarias deben estar,
como cualquier otra para proteger al ciudadano.
Como cualquier norma se debe aplicar
con –mesura- y –proporcionalidad-.
Y con la evolución que esta llevando
la Sociedad occidental en general y la española en particular, cada una de
estas medidas se deberá encuadrar dentro de una “ética social”.
Que intento decir con todo lo
anterior; pues es muy sencillo.
Teniendo como meta cumplir con la mayor
pulcritud “posible” la legislación sanitaria vigente. Consideramos prioritario
que las familias puedan comer, que dicha comida este perfectamente apta para el
consumo, incluso probablemente “rozando” algún precepto de difícil cumplimiento,
que.
En aras de un estricto seguimiento de
la Normativa vigente, las familias no reciban estos productos de forma
solidaria y decorosa y al fin deban extraerlos de una mezcla de mierda de difícil
catalogación y procedente de los contenedores de basura.
Esa es la realidad por la que vamos a
seguir.
Frente a la situación anterior, caben
varias posturas, la primera será la lógica;
que entre todos planteemos como solucionar “problemas” que realmente lo sean
por su “contenido” y no solo porque no se adapten a un Reglamento.
La segunda que la Administración
lleve en todos y cada uno de sus estamentos responsables de Asuntos
Sociales,Sanidad,etc el camino que en la mayor parte de los casos están
llevando. Tomar la ley como “un argumento” suficiente para que esa comida –al final
no llegue a las familias-, sin ofrecer una solución alternativa diferente de la
indignidad de los contenedores de basura. En este segundo caso consideramos de aplicación
la “ética social” y a partir de ese mismo momento no nos consideramos obligados al
cumplimiento de dichos preceptos legales que no valoran al ciudadano por encima
de la Norma. Se llama insumisión.
A partir de aquí. Allá cada cual con
su responsabilidad.
El problema de la crisis es un asunto
de ámbito global.
Del desempleo se va a la pérdida del
piso, del agotamiento de las prestaciones a la Exclusión Social y
desgraciadamente en algunos casos de ahí, al suicidio.
Y yo os digo que no debe haber ni un
suicidio mas, ni tampoco un funcionario sordociego ante los problemas sociales.
Es sencillo.
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