12/7/11

De los mercagos Financieros y los politicos cobardes.

De donde les viene el poder a los mercados.

A lo largo del día de hoy, lunes 11/07/2011 hemos visto algo realmente inaudito. Sin saber por qué razón; los mercados se ha puesto nerviosos y han castigado lo que se viene en llamar la deuda de los estados periféricos que no es ni más ni menos que Italia, España, Inglaterra y los ya consabidos Grecia, Irlanda y Portugal.

De tal forma que en el caso de nuestro país, se cerró la semana con un diferencial con el bono alemán de 265 puntos básicos. Al cierre de la Bolsa, en el día de hoy era de 322 puntos básicos, por lo que es lo mismo un interés a largo plazo del 6%.

Hace sólo unos meses, con las condiciones parecidas, se realizó la primera intervención -rescate a Grecia.

Hace solamente unas horas, se han reunido los ministros de la llamada zona euro, sin llegar a ningún acuerdo sustancial que permita alumbrar cómo se va a ayudar por segunda vez al pueblo griego.

Como novedad, parece que los grandes pensadores y gestores de las economías de los países europeos, han considerado que quizás si les aflojan un poquito las condiciones del primer rescate, tanto a Grecia, Irlanda y Portugal; tendrán un cierto volumen de oxígeno que les permita poder pagar la deuda, al tiempo que seguir viviendo.

Como se diría en mi pueblo; para este viaje no hacía falta tantas alforjas. Creo que en cada ocasión que tienen para demostrar su capacidad de gestión, los líderes europeos lo único que nos demuestran es su total ineficacia.

En cambio los mercados, cuya voracidad es bien conocida, aprovechan las ineficacias -estupideces de los flojitos líderes de los países que forman la zona euro. Y atacan aquí y allá, siempre claro llenándose sus bolsillos.

Todo lo anterior me hace pensar que la economía real con los mercados no llevan caminos paralelos.

Que los mercados y los ciudadanos tienen intereses confrontados, siendo el objeto de los primeros simplemente la especulación sin límite. Se supone que la de los segundos debería ser su aumento global de servicios vitales que les permitan aumentar el llamado -Estado del bienestar -.

Todo lo anterior, me lleva a la conclusión de que deberá ser la sociedad civil la que; si consigue despertar, reaccione contra esta absurda situación y rehaga los axiomas que a mitad del siglo XIX consiguieron una burguesía o clase media que garantizaba un cierto reparto de los bienes económicos en la sociedad industrial producía.

Es realmente anacrónico, en pleno siglo XXI tener que hablar de que la solución es volver a empezar.

Creo que incluso los mercados, los voraces tiburones se equivocan. Su existencia se debe simple y llanamente a que la sociedad a la que están arruinando, consiga seguir consumiendo bienes que probablemente nunca necesitó.

Con el sistema actual, los propios beneficiarios -mercados -están matando su gallina de -los huevos de oro -.

Si al final la sociedad civil, somos capaces de tener la valentía, de adquirir el compromiso personal de ir contra los mercados, de ajustar nuestro consumo, de preferir calidad de vida a horas de trabajo.

Si llegamos a tener claro lo anterior nos daremos cuenta de que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.

Nos daremos cuenta también, de que el dinero sólo debe servir para cambiarlo por bienes necesarios, no para acumularlo estúpidamente, haciendo juego a los que -con nuestro dinero -especulan y nos complican nuestras existencias.

Esto anterior, que no es cuestión menor, tiene una extremada complicación en su puesta a punto.

El movimiento 15 mayo, que es el embrión que nos ha enseñado el camino para llegar, si sabemos hacerlo, a poder limitar e incluso anular el poder de los -mercados financieros -, banca y otra serie de poderes fácticos, nunca sometidos a ningún control democrático y que realmente son los que ostentan la certeza de la mayor parte de riqueza del planeta Tierra.

Es bien cierto que el movimiento 15-M, lleva poco tiempo funcionando. Pero es ciertamente preocupante el enquistamiento asambleario que está paralizando la posibilidad de amalgamar los diferentes grupos y conseguir ser un auténtico lobby de presión ciudadana.

Algunos, entre los que me encuentro, estamos de acuerdo con la frescura que supone a esta falsa democracia, el movimiento asambleario. Pero tenemos experiencias anteriores que nos demuestran, que solamente con asambleas, al final se consigue solamente teorizar y aburrir a los ciudadanos, que esperamos -movimiento -, acciones y en todo caso, vendiendo el acercamiento a las soluciones que nos llevaron a las plazas de este país.

Creo pues, que haya un momento, de empezar acciones pacíficamente contundentes, que demuestren a la clase política, que si no son capaces de enfrentarse a los llamados mercados; que si no tienen la valentía política de ejercer el poder que por medio de las urnas, les hemos pedido. Tendrán que irse a su casa. Así de simple.

La democracia requiere control de quien otorga poder temporal a una serie de ciudadanos que presentan un programa que les compromete frente a los votantes, a todos los votantes.

En una democracia viva, circunstancias cambian, la consulta a quien tiene el poder -sociedad civil -debería ser inmediata. La división de los electos debería ser habitual, para explicar las nuevas circunstancias y recabar de nuevo la confianza de sus votantes.

Por otra parte; y tomando como clase política a la totalidad de los que ellos se dedican, gobierno y oposición no tienen derecho, repito, no tienen derecho a mantener al país desangrándose por problemas como desempleo deuda, corrupción, etc., etc. sin poder llegar por cuestiones partidistas a acuerdos macros que permitan al país poder vadear adecuadamente esta crisis; la primera post-globalización.

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