Después de un mediocre estudio concienzudo de la situación de este especimen en la sociedad española de los ultimos siglos, refiriéndonos siempre a la épora moderna; es decir, a partir de la mal llamada generación ilustrada.
Después de éste estudio podria concluir que la mediocridad en España está tan arraigada como -la siesta- y es tan demoledora para nuestra economia como -el absentismo- o más.
Los mediocres que; en principio no llaman la atención del conjunto, precisamente por eso, por su mediocridad. Por su situación en la parte gorda de la campana de Gauss. Pues luego se van posicionando en lugares que, ni ellos pretendian; porque toca; porque estaba allí, porque no resulta molesto al sistema, etc.
Una vez “colocados”, disfrutan especialmente de “las mieles” del poder; porque como con ellos no va, la ética ni la responsabilidad, pues su vida se desarrolla apacible y cómoda.
Atesoran sus exitos, que realmente son mediocres, como si la Humanidad entera dependiere de ellos oara su desarrollo, careciendo en general del más minimo atisbo de autocrítica, de la mínima generosidad contra el inferior. Si el mediocre fuera religioso,le reconfortará mucho la práctica de la caridad cristiana, nunca de la solidaridad. El es el mejor,por eso esta donde está. Está ahí porque se lo “ha ganado”.
Es justo en ese momento, cuando las circunstancias propias de una sociedad mediocre gobernada por otros mediocres como el sujeto estudiado, le encumbran al poder.
Normalmente y como consecuencia de esquemas como “el escalafon”, las “oposiciones”,etc llegan a altas cotas de poder puesto que comoc carece,habitualmente de cualquier tipo de liderazgo apreciable.
Cuando ocurre que “toca poder” se convierte en un ser uraño, carroñero, guardián del territorio y defensor de su status por encima de lealtades y amistades. Siendo en ocasiones capaz de las mayores inquinidades en defensa de “lo suyo”.
Si tiene la capacidad de encumbrar a otras personas, si se le require para generar “equipos”,los buscará más mediocres que él mismo, dóciles. Para que nunca pudieran aquellos arrebatarle aquello que aunque sabe no merece,según su concepto de la justicia es suyo.
Cuando al mediocre le toca tomar decisiones de importancia, la “caga” con facilidad por su incapacidad de poner su puesto en juego por un ideal, por una bandera. Es por tanto habitualmente conservador, aunque amigo de estar en las “fotos”, ya que eso puede ser bueno para su “curriculum mediocrae”.
En cuanto a su distribución social, los podemos encontrar - cual mejillón cebra-, en cualquier cañeria de la sociedad.
Es de aplicación frecuentemente aquello que se decia que –detrás- de un mediocre hay una gran persona. O no era exactamente así.
Es igual; aunque no por ello menos cierto. Esto ocurre porque además no se sabe todavía cuales son las razones de que es comun que mediocres redomados, anulen a compañer@s inteligentisim@s.
Mientras nuestra sociedad no deje en evidencia a los mediocres, los identifique adecuadamente y los sustituya por líderes con carisma, no dejaremos de tener problemas.
Estos problemas son de complicada resolución; porque a menudo, para solucionarlos socialmente se acude a la mesa de otros mediocres situados en puestos “privilegiados” que comoc consecuencia de su ardiente actividad, se ocupan por mediocres privilegiados que evidentemente alargan, complican y no soluconan nada, en especial si les pudiera salpicar su imágen.
Aquello que decia un viejo amigo mio de que , cada pueblo tiene lo que se merece,Aunque real, es incierto.
Cada pueblo tiene lo que dejamos que asciendan en el escalafon social de la responsabilidad etica y politica a los mediocres de nuestra sociedad. Sin olvidar por ello al poder judicial; en general.
Pido pues, por aquí, que si algún posible líder me leyera, considere la posibilidad de dejar de estar tan cómod@ y utilizase su inteligencia. Su atrevimiento, para algo más que una queja al sol. Que plantease sus ideas, que las defienda con su carisma –si lo tiene- y trate de que como sociedad avancemos.
Hablo de la corrupción, de los privilegios de la calse polìtica, de los fanatismos de las exclusiones coiales,etc,etc.
Eso si; si se diera cuenta que ese prurito de liderazgo se le pasa en unas horas, le agradecería que se busque un lugar cómodo, tranquilo pero sin responsabilidad colectiva. Es un mediocre.
Después de éste estudio podria concluir que la mediocridad en España está tan arraigada como -la siesta- y es tan demoledora para nuestra economia como -el absentismo- o más.
Los mediocres que; en principio no llaman la atención del conjunto, precisamente por eso, por su mediocridad. Por su situación en la parte gorda de la campana de Gauss. Pues luego se van posicionando en lugares que, ni ellos pretendian; porque toca; porque estaba allí, porque no resulta molesto al sistema, etc.
Una vez “colocados”, disfrutan especialmente de “las mieles” del poder; porque como con ellos no va, la ética ni la responsabilidad, pues su vida se desarrolla apacible y cómoda.
Atesoran sus exitos, que realmente son mediocres, como si la Humanidad entera dependiere de ellos oara su desarrollo, careciendo en general del más minimo atisbo de autocrítica, de la mínima generosidad contra el inferior. Si el mediocre fuera religioso,le reconfortará mucho la práctica de la caridad cristiana, nunca de la solidaridad. El es el mejor,por eso esta donde está. Está ahí porque se lo “ha ganado”.
Es justo en ese momento, cuando las circunstancias propias de una sociedad mediocre gobernada por otros mediocres como el sujeto estudiado, le encumbran al poder.
Normalmente y como consecuencia de esquemas como “el escalafon”, las “oposiciones”,etc llegan a altas cotas de poder puesto que comoc carece,habitualmente de cualquier tipo de liderazgo apreciable.
Cuando ocurre que “toca poder” se convierte en un ser uraño, carroñero, guardián del territorio y defensor de su status por encima de lealtades y amistades. Siendo en ocasiones capaz de las mayores inquinidades en defensa de “lo suyo”.
Si tiene la capacidad de encumbrar a otras personas, si se le require para generar “equipos”,los buscará más mediocres que él mismo, dóciles. Para que nunca pudieran aquellos arrebatarle aquello que aunque sabe no merece,según su concepto de la justicia es suyo.
Cuando al mediocre le toca tomar decisiones de importancia, la “caga” con facilidad por su incapacidad de poner su puesto en juego por un ideal, por una bandera. Es por tanto habitualmente conservador, aunque amigo de estar en las “fotos”, ya que eso puede ser bueno para su “curriculum mediocrae”.
En cuanto a su distribución social, los podemos encontrar - cual mejillón cebra-, en cualquier cañeria de la sociedad.
Es de aplicación frecuentemente aquello que se decia que –detrás- de un mediocre hay una gran persona. O no era exactamente así.
Es igual; aunque no por ello menos cierto. Esto ocurre porque además no se sabe todavía cuales son las razones de que es comun que mediocres redomados, anulen a compañer@s inteligentisim@s.
Mientras nuestra sociedad no deje en evidencia a los mediocres, los identifique adecuadamente y los sustituya por líderes con carisma, no dejaremos de tener problemas.
Estos problemas son de complicada resolución; porque a menudo, para solucionarlos socialmente se acude a la mesa de otros mediocres situados en puestos “privilegiados” que comoc consecuencia de su ardiente actividad, se ocupan por mediocres privilegiados que evidentemente alargan, complican y no soluconan nada, en especial si les pudiera salpicar su imágen.
Aquello que decia un viejo amigo mio de que , cada pueblo tiene lo que se merece,Aunque real, es incierto.
Cada pueblo tiene lo que dejamos que asciendan en el escalafon social de la responsabilidad etica y politica a los mediocres de nuestra sociedad. Sin olvidar por ello al poder judicial; en general.
Pido pues, por aquí, que si algún posible líder me leyera, considere la posibilidad de dejar de estar tan cómod@ y utilizase su inteligencia. Su atrevimiento, para algo más que una queja al sol. Que plantease sus ideas, que las defienda con su carisma –si lo tiene- y trate de que como sociedad avancemos.
Hablo de la corrupción, de los privilegios de la calse polìtica, de los fanatismos de las exclusiones coiales,etc,etc.
Eso si; si se diera cuenta que ese prurito de liderazgo se le pasa en unas horas, le agradecería que se busque un lugar cómodo, tranquilo pero sin responsabilidad colectiva. Es un mediocre.
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