22/2/13

El Estado de la Nación y ese debate que lleva su nombre.



En estos días últimos nos han inundado las televisiones y resto de medios de comunicación con lo que se viene en llamar “Debate sobre el Estado de la Nación”.
En primer lugar, la estructura de las conversaciones por turnos que se llevan a cabo en el Congreso de los Diputados –no ahora sino desde que comenzó la Democracia 1978-, nada mas lejos que ser un debate.
En la tribuna los que mas votos tienen son los que mas razón tienen, y nunca vi a ningún grupo mayoritario o no, que cambiase su opinión sobre el asunto a debatir como consecuencia de lo que en la tribuna se dijo.

El “pescado” se vende en la trastienda, sin luz ni taquígrafos. Y es quizás de “esos” polvos de donde vienen estos lodos.
Es decir, que en este país con un idioma “tan rico” y sobre todo últimamente que acostumbramos a inventar palabras que no dicen lo que los que las dicen no quieren que se diga. Recuerdo Crisis, rescate, recortes, etc. Quizás se debería renombrar este concepto de “Debate”. Simplemente no lo es.

En cuanto a lo que allí se dice, tanto en esta sesión ultima como en muchas de las anteriores, para nada coincide con el “Estado de la Nación”.
Allí cada uno va a vender “su libro” y ni unos por exceso ni otros por defecto coincide con la realidad de este país.

Y de nuevo no emito opiniones sino simplemente os invito a que consultéis los últimos datos de la demoscopia, de las encuestas que el CIS ha publicado y veréis la diferencia.

En este país, cada día de cada semana hay varias manifestaciones. Los manifestantes pertenecen a todos los ámbitos del esquema productivo del país. Aquí los únicos que no se manifiestan son los paniaguados de los partidos y los que se dedican a la económia especulativa, entre los que incluyo además de los banqueros a buena parte de la clase empresarial CEOE, como las hemerotecas nos dejan meridianamente claro.

En este país, Presidente Mariano, habéis instaurado el miedo.

Mis padres tienen miedo porque no saben que va a ser de sus hijos y mucho menos de sus nietos. Ellos además cada día están mas empobrecidos por las subidas del IBA,IRPF, copago sanitario y recorte-desaparición de una serie de pequeños servicios que les eran de mucha utilidad.

Mis hijos también están atemorizados porque después de dedicar su corta vida a prepararse –todo ello de acuerdo a lo que nuestra generación les aconsejaba-, ahora están  peleando por puestos que ni son lo que querían hacer, ni además les corresponde hacerlo; porque independientemente de que un arquitecto haga de reponedor de un supermercado-trabajo sin duda honroso-, el muchacho que quería ser reponedor simplemente nunca podrá serlo porque hay alguien con mas curriculum quitándole el puesto.

Y nuestra generación, ¿Cómo esta nuestra generación?.
Yo pertenezco a una generación que cuando murió Franco, tenia 16 años y entre en la Universidad.
Participe activamente en la creación de las estructuras políticas de este país y, me doy cuanta de que se me ha estafado. De que se decía que esto era democracia y no lo es.
Esta transición que sin duda ha mejorado la estructura general de vida de nuestro pais, en los asuntos asistenciales y en los educativos, no se ha hecho nada de lo que pueda garantizar que a esta fecha no seamos una cuadrilla de chorizos.
Unos cuantos, sin duda demasiados, porque lo son. Pero el resto también lo somos porque lo permitimos.

En este país no se condena políticamente la mentira del político. Tampoco se pasa factura por los incumplimientos de los programas políticos.
No me consta que nadie, de los que han sido juzgados y condenados por llevarse la pasta de la Caja de todos, haya devuelto un Euro.

Las estructuras que la Constitución Española diferencia en aras a su independencia estan contaminadas y comunicadas.

Los políticos nombran a los jueces y los jueces hacen política. El poder legislativo simplemente no existe porque es un accesit del poder político. Y todo eso lo hacen diciendo que es mas democrático puesto que son los diputados del Congreso y Senado quienes representan “al pueblo”.
Es también mentira puesto que no representan mas allá del 23% del cuerpo electoral y además ni siquiera en cuestiones de extrema gravedad como la Reforma de la Constitución se vuelve a consultar al pueblo.

Las elecciones que deberían ser un contrato “entre partes” no lo son, son simplemente un “contrato de adhesión”.
Vienes, votas una vez cada cierto tiempo y nos olvidamos de ti.

Los partidos están manejando presupuestos con los que cualquier experto podría demostrar que medianamente utilizados son capaces de logotomizar, de atontar a los ciudadanos poseedores de la fuerza del voto.

Detras de todo lo anterior, y de forma alineada con la historia de este país, están la Iglesia y la Banca.

Con todo lo anterior somos simples vacas lecheras que se nos ordeña adecuadamente y que, al final, cuando ya no podemos seguir pariendo hermosos terneros se nos sacrifica.
No se quien leerá este escrito, no se siquiera si alguien lo leerá, pero yo os digo que no me suicidare, que no me meterán el miedo en mi cuerpo ni la depresión como forma de vivir.

Y por ultimo digo, cuidado con estos sátrapas –si os ponéis en mi camino- os anulare a mordiscos si no tengo otra forma de hacerlo .Cuadrilla de cabrones.

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