En estos días últimos nos han
inundado las televisiones y resto de medios de comunicación con lo que se viene
en llamar “Debate sobre el Estado de la Nación”.
En primer lugar, la estructura de las
conversaciones por turnos que se llevan a cabo en el Congreso de los Diputados –no
ahora sino desde que comenzó la Democracia 1978-, nada mas lejos que ser un
debate.
En la tribuna los que mas votos
tienen son los que mas razón tienen, y nunca vi a ningún grupo mayoritario o
no, que cambiase su opinión sobre el asunto a debatir como consecuencia de lo
que en la tribuna se dijo.
El “pescado” se vende en la
trastienda, sin luz ni taquígrafos. Y es quizás de “esos” polvos de donde
vienen estos lodos.
Es decir, que en este país con un
idioma “tan rico” y sobre todo últimamente que acostumbramos a inventar
palabras que no dicen lo que los que las dicen no quieren que se diga. Recuerdo
Crisis, rescate, recortes, etc. Quizás se debería renombrar este concepto de “Debate”.
Simplemente no lo es.
En cuanto a lo que allí se dice,
tanto en esta sesión ultima como en muchas de las anteriores, para nada
coincide con el “Estado de la Nación”.
Allí cada uno va a vender “su libro”
y ni unos por exceso ni otros por defecto coincide con la realidad de este país.
Y de nuevo no emito opiniones sino
simplemente os invito a que consultéis los últimos datos de la demoscopia, de
las encuestas que el CIS ha publicado y veréis la diferencia.
En este país, cada día de cada semana
hay varias manifestaciones. Los manifestantes pertenecen a todos los ámbitos
del esquema productivo del país. Aquí los únicos que no se manifiestan son los
paniaguados de los partidos y los que se dedican a la económia especulativa,
entre los que incluyo además de los banqueros a buena parte de la clase
empresarial CEOE, como las hemerotecas nos dejan meridianamente claro.
En este país, Presidente Mariano, habéis
instaurado el miedo.
Mis padres tienen miedo porque no
saben que va a ser de sus hijos y mucho menos de sus nietos. Ellos además cada día
están mas empobrecidos por las subidas del IBA,IRPF, copago sanitario y recorte-desaparición
de una serie de pequeños servicios que les eran de mucha utilidad.
Mis hijos también están atemorizados
porque después de dedicar su corta vida a prepararse –todo ello de acuerdo a lo
que nuestra generación les aconsejaba-, ahora están peleando por puestos que ni son lo que querían
hacer, ni además les corresponde hacerlo; porque independientemente de que un
arquitecto haga de reponedor de un supermercado-trabajo sin duda honroso-, el
muchacho que quería ser reponedor simplemente nunca podrá serlo porque hay
alguien con mas curriculum quitándole el puesto.
Y nuestra generación, ¿Cómo esta
nuestra generación?.
Yo pertenezco a una generación que
cuando murió Franco, tenia 16 años y entre en la Universidad.
Participe activamente en la creación de
las estructuras políticas de este país y, me doy cuanta de que se me ha
estafado. De que se decía que esto era democracia y no lo es.
Esta transición que sin duda ha
mejorado la estructura general de vida de nuestro pais, en los asuntos
asistenciales y en los educativos, no se ha hecho nada de lo que pueda
garantizar que a esta fecha no seamos una cuadrilla de chorizos.
Unos cuantos, sin duda demasiados,
porque lo son. Pero el resto también lo somos porque lo permitimos.
En este país no se condena políticamente
la mentira del político. Tampoco se pasa factura por los incumplimientos de los
programas políticos.
No me consta que nadie, de los que
han sido juzgados y condenados por llevarse la pasta de la Caja de todos, haya
devuelto un Euro.
Las estructuras que la Constitución
Española diferencia en aras a su independencia estan contaminadas y
comunicadas.
Los políticos nombran a los jueces y
los jueces hacen política. El poder legislativo simplemente no existe porque es
un accesit del poder político. Y todo eso lo hacen diciendo que es mas democrático
puesto que son los diputados del Congreso y Senado quienes representan “al
pueblo”.
Es también mentira puesto que no representan
mas allá del 23% del cuerpo electoral y además ni siquiera en cuestiones de
extrema gravedad como la Reforma de la Constitución se vuelve a consultar al
pueblo.
Las elecciones que deberían ser un
contrato “entre partes” no lo son, son simplemente un “contrato de adhesión”.
Vienes, votas una vez cada cierto
tiempo y nos olvidamos de ti.
Los partidos están manejando presupuestos
con los que cualquier experto podría demostrar que medianamente utilizados son
capaces de logotomizar, de atontar a los ciudadanos poseedores de la fuerza del
voto.
Detras de todo lo anterior, y de
forma alineada con la historia de este país, están la Iglesia y la Banca.
Con todo lo anterior somos simples
vacas lecheras que se nos ordeña adecuadamente y que, al final, cuando ya no
podemos seguir pariendo hermosos terneros se nos sacrifica.
No se quien leerá este escrito, no se
siquiera si alguien lo leerá, pero yo os digo que no me suicidare, que no me meterán
el miedo en mi cuerpo ni la depresión como forma de vivir.
Y por ultimo digo, cuidado con estos sátrapas
–si os ponéis en mi camino- os anulare a mordiscos si no tengo otra forma de
hacerlo .Cuadrilla de cabrones.
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