(1). Título.- Lo llaman UNIÓN Europea (y no lo es).
Articulo de Ignacio Escolar en Escolar.net. 30/06/2011.
Dos cifras para no perdernos. La primera: para salvar al sistema financiero de los errores que provocó su propia voracidad suicida, Europa inyectó 311.400 millones de euros en sus bancos.
El total de dinero movilizado por los socios de la UE en 2008 y 2009, tras la caída de Lehman Brothers, alcanzó los 3,7 billones de euros si sumamos también los préstamos y los avales y garantías no ejecutados que pusieron sobre la mesa las naciones europeas para respaldar a sus irresponsables banqueros.
Por entendernos: 3,7 billones de euros es más dinero que el PIB de España (1,1 billones) y el de Alemania (2,4 billones) juntos.
La segunda cifra: el rescate a Grecia costará 110.000 millones de euros y no es un regalo desinteresado. Salvamos a Grecia para salvar de nuevo a la banca europea.
También para evitar que la deuda soberana se encarezca aún más y el terremoto se lleve por delante al euro, de sur a norte. Los griegos pagarán el préstamo a sus socios con un 4% de interés. Y con su sangre.
Comparen ahora, si es que se quieren enfadar, el incondicional rescate a la banca europea y mundial –que en estos tres años de crisis apenas ha padecido reforma alguna– con los dolorosos recortes que hoy exigimos a Grecia.
El “rescate” que impone la UE francoalemana a su supuesto socio tiene un nombre médico: ensañamiento terapéutico.
Consiste en recetar dolor y más dolor a un paciente que se da por perdido. ¿Podrá acaso la anoréxica economía griega pagar lo que debe con una nueva dieta?
En el mejor de los casos, los ciudadanos griegos tienen por delante un lustro de recesión. En el peor, un corralito argentino. Es cierto: gran parte de la responsabilidad es suya. Al menos tanta como la que nunca han asumido por esta crisis los banqueros.
-Fin del articulo-.
(2). Título.- Grecia, el Estado fallido del euro.
Articulo publicado en “El Mundo” por IRENE HDEZ. VELASCO |.
Cualquier ama de casa o cabeza de familia lo sabe. Si uno gasta más de lo que ingresa, acaba en la ruina más absoluta. Durante décadas eso es, precisamente, lo que ha hecho el Estado griego.
Gastar, gastar alegremente y seguir gastando. Por no decir despilfarrar o, más directamente, dilapidar.
Así lo hizo, hasta llegar a donde se encuentra en estos momentos: al borde de la bancarrota y con un inmenso agujero en las arcas públicas de nada menos que 350.000 millones de euros.
Para interpretar la magnitud de esta cifra y tener una idea del volumen que representa como deuda, basta con repartirla entre todos los trabajadores griegos. A cada uno de los ciudadanos de Grecia que tengan un puesto de trabajo le tocaría pagar unos 175.000 euros.
Los excesos, descontroles y locuras que se han cometido en el país heleno con el dinero público han sido tantos, y tan enormes, que cuesta creer que todo lo sucedido sea cierto. No obstante, lo es.
De hecho, aquí van algunas de las extravagancias cometidas, por llamarlas de algún modo.
El primer problema es que nadie sabe a ciencia cierta cuántos empleados públicos se cuentan en Grecia. Los sindicatos hablan de unos 700.000 funcionarios, mientras que el Gobierno heleno los cifra en alrededor de 800.000 personas.
«Nadie, ni siquiera el primer ministro, sabe cuántos hay», subrayaba hace apenas unos meses Constantinos Michalos, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Atenas.
Además, y sumando también las personas que trabajan para la Administración pública con contratos temporales, la cifra de empleados del Estado podría ascender, en total, hasta un millón de personas. No está mal, considerando que Grecia tiene tan sólo una población de 11 millones de habitantes.
Trabajos vitalicios por ley.
La Constitución griega prohíbe expresamente despedir a empleados públicos. Según los analistas, uno de los principales motivos por los que Yorgos Papandreu anunció la semana pasada su intención de celebrar, en septiembre, un referéndum para reformar el sistema político griego y cambiar algunos artículos de la Constitución, sería precisamente para abrir las puertas a la posibilidad de poder poner en la calle a funcionarios.
Clientelismo salvaje.
Durante décadas, el sistema político griego ha funcionado de manera que cada vez que un partido llegaba al poder contrataba a gente en el sector público a cambio de su voto. Eso explica por que en la Administración pública trabajan
muchas más personas que las necesarias.
Por qué el Hospital Evagelismos, uno de los principales de Atenas, tiene en nómina a 45 jardineros para cuidar de las cuatro macetas que decoran su entrada, y que encima están llenas de hierbajos.
O por qué en algunos departamentos públicos hay 50 conductores para un coche. Y así suma y sigue muchos ejemplos más.
Vivan las prebendas.
Según Adedy, el principal sindicato de los funcionarios griegos, los empleados públicos ganan una media de 1.350 euros mensuales, casi el doble del salario mínimo de Grecia, que es de 740 euros al mes, y por encima, en general, de lo que cobran sus colegas del sector privado.
Es más, además de disfrutar de dos pagas extraordinarias, estos trabajadores reciben bonos y remuneraciones extraordinarias por los motivos más peregrinos. Por ejemplo, hay un bono por llegar al trabajo en el horario previsto; por presentarse al puesto de trabajo correctamente vestido; por usar ordenador; o por hablar idiomas.
La cosa es tan disparatada que los guardas forestales ganan un bono por trabajar al aire libre.
Soltera y sola en la vida.
Entre los numerosos privilegios de los que disfrutan los funcionarios, uno de los más surrealistas es el que contempla una pensión vitalicia de 1.000 euros mensuales para las hijas solteras de empleados públicos fallecidos.
Se cuentan 40.000 mujeres en esta condición, lo que supone una carga de 550 millones de euros al año para las arcas públicas. A partir de ahora, las huérfanas solteras de funcionarios sólo cobrarán esa pensión hasta alcanzar los 18 años.
Jubilados de lujo.
Hasta el año pasado, los trabajadores griegos se podían jubilar a los 61 años y medio cobrando el 95,7% de su salario. Ahora, la edad para retirarse se ha elevado a 63 años y medio. Pero, además, en Grecia existen cerca de 600 categorías laborales que, alegando motivos de salud, podían optar a la jubilación anticipada, establecida en 50 años para las mujeres y 55 para los hombres.
Entre los beneficiados no sólo se encuentran los mineros o los desactivadores de bombas, sino también profesiones tan peligrosas como peluqueros -por utilizar tintes y otros productos químicos perjudiciales para el organismo-, trompetistas y flautistas -se supone que a causa de los soplidos pueden desarrollar reflujo gastroesofágico- o los presentadores de televisión, por aquello de que los micrófonos son un criadero de bacterias.
Estas jubilaciones anticipadas han sido ahora limitadas, haciendo añicos el sueño de buena parte del 14% de los empleados griegos que esperaban poder acogerse a ellas.
Pero, según Jagadeesh Gokhale, un economista del Instituto Cato de Washington citado por The New York Times, si las pensiones de los jubilados griegos se tuvieran en consideración al realizar las cuentas, la deuda del país se dispararía hasta alcanzar el 875% de su PIB. Ahora mismo se considera que el agujero en las cuentas públicas griegas equivale al 113% del PIB.
Organismos públicos a gogó.
Nadie sabe bien para qué sirven o qué hacen, pero en Grecia se cuentan por centenares los comités, institutos y organismos públicos. Por haber hay hasta un comité para gestionar el Lago Kopais, a pesar de que se secó en 1930. El Gobierno ha anunciado que a partir de octubre eliminará o fusionará 75 organismos públicos en los que trabajan más de 7.000 personas y que reciben, anualmente, 2.700 millones de euros en subvenciones.
Evasión fiscal.
Es el deporte nacional. No pagar impuestos es la norma en Grecia, no la excepción. Se calcula que uno de cada cuatro trabajadores no paga ni un céntimo en impuestos y que, al año, las arcas públicas del país dejan de ingresar entre 15.000 y 20.000 millones de euros a causa de los griegos que defraudan a Hacienda.
Esto significa que cada ciudadano escamotea una media de 1.800 euros anuales al Estado. A pesar de que el año pasado el Gobierno anunció que pondría en marcha una campaña de persecución de los defraudadores, no lo ha logrado.
La prueba es que en marzo puso de patitas en la calle al máximo responsable de la agencia fiscal, después de constatar el fracaso de su gestión y comprobar que, en 2010, tan sólo recaudó 52.500 millones de euros, apenas 2.500 euros más que en 2009.
El Ejecutivo ha tratado en el último año de desenmascarar a algunos evasores haciendo sobrevolar helicópteros sobre Atenas para detectar las grandes piscinas de supuestos modestos ciudadanos.
Sin embargo, los defraudadores han respondido ocultando la prueba del delito bajo redes de camuflaje.
Antes muertos que honestos.
En 2010, las familias de 4.500 funcionarios públicos ya fallecidos siguieron cobrando las pensiones de jubilación de estos como si estuvieran vivos. Y más de 18.000 personas se beneficiaron de las ayudas al desempleo sin tener derecho.
Perder el tren.
Los empleados de la compañía de ferrocarril del Estado ganan una media de 65.000 euros al año. La plantilla la componen 9.000 personas. Eso explicaría por qué la empresa pierde unos 800 millones de euros al año, y por qué sería más rentable que el Estado pagara taxis a los pasajeros para transportarlos.
Coge el dinero y corre.
Según datos del Banco Central Europeo, sólo en mayo, los bancos griegos perdieron 4.000 millones en depósitos. El pasado mes de abril vieron como sus clientes retiraban 2.400 millones de euros.
Se calcula que desde que estallara la crisis griega hace un año, los griegos han sacado de sus bancos unos 60.000 millones de euros, lo que representa algo así como la cuarta parte de todo PIB del país.
Corrupción rampante.
La corrupción en la vida diaria está tan extendida que algunos la consideran endémica. Si un griego quiere ser bien atendido en un hospital, desliza un billete en las manos del médico.
Si pretende que un inspector de Hacienda haga la vista gorda con sus pufos, deja caer la posibilidad de una recompensa en dinero contante y sonante.
La organización Transparency International calcula que los ciudadanos griegos se dejan unos 800 millones de euros cada año en fakelaki, es decir, los pequeños sobornos y mordidas de la vida diaria.
Y estima que el 13% de esos pagos van a parar a funcionarios.
Excesos olímpicos.
Grecia se gastó en organizar los Juegos Olímpicos de 2004 la friolera de 9.000 millones de euros, el doble de lo estimado inicialmente.
Es la guerra.
Grecia es el país de la Unión Europea que más dinero destina a gastos militares: nada menos que el 4,3% de su PIB. Entre 2007 y 2009, llegó a gastar el 6% del PIB nacional. Francia, el segundo, dedica a ese apartado el 2,6% de su riqueza. En 2010, el país heleno se dejó 6.700 millones de euros en el Ejército.
-Fin del Articulo.-
(3). Título.- Sobre el futuro de Grecia en la Unión Europea.
Articulo de Alberto Garzón Espinosa del Consejo Científico de ATTAC.
La revista digital Sinpermiso acaba de publicar en castellano algunos artículos sobre el futuro de Grecia y los países periféricos en general que son altamente recomendables.
Me da la sensación de que por la elección de los mismos puede derivarse que la línea editorial de la revista apuesta por una salida del euro, algo sobre lo que no hay acuerdo en la izquierda política.
El artículo de Costas Lapavitsas, que por cierto es griego, apuesta por la salida del euro a pesar de los costes sociales que puede suponer a corto plazo. La alternativa, dice, es el paroxismo de la crisis.
Según Lapavitsas los miembros de la troika UE/BCE/FMI saben perfectamente que Grecia va a acabar reestructurando la deuda, y que si están ofreciendo esos programas de “rescate” es únicamente para conseguir que los poseedores de títulos de deuda pública (y que son bancos fundamentalmente) puedan deshacerse de unos títulos que dentro de muy poco no valdrán nada.
Eso significa que los planes de rescate lo único que consiguen es trasladar el riesgo desde las unidades privadas hacia las unidades públicas. Es decir, lo que ya veníamos diciendo una y otra vez.
Lapavitsas insiste en la necesidad de salir del euro, algo que ya proponía el informe del Research on Money and Finance del año pasado (aquí algunas ideas resumidas) y del cual fue él mismo su coordinador.
Por cierto que Lapavitsas habla de las horas trabajadas por los griegos, algo que ya vimos el año pasado al demostrar que son los segundos en la OCDE en horas trabajadas, y de la indignación masiva que puede derivar en una oposición frontal a los planes de la troika.
Por otra parte un poskeynesiano como Randall Wray también propone la salida del euro como única solución posible a la crisis de los países periféricos.
Pero lo hace tras asegurar que la solución alternativa y de izquierdas no tendrá aceptación en los organismos actuales de la UE y que por lo tanto estamos ante un callejón sin salida.
Esa alternativa progresista pasa por incidir en los desequilibrios comerciales y, en concreto, subir los salarios de los trabajadores de Alemania*.
Es, por cierto, la solución que poskyenesianos radicales como E. Stockhammer y O. Onaran y marxistas como M. Husson recomiendan en algunos de sus artículos sobre la crisis griega.
En el fondo no parece que haya mucha disensión en torno a qué opciones tiene la UE para superar sus problemas actuales, ni mucho menos a la hora de predecir lo que está por venir.
La diferencia estriba en que algunos (Stockhammer, Onaran, Hussson) confían en recuperar una Unión Europea social que otros (Wray, Lapavitsas) ya dan por perdida.
Sobre lo que está por venir no parece haber duda. Un proceso importantísimo de regresión social, con pérdida de derechos laborales (reformas en mercado de trabajo), sociales (reformas en sistema de sanidad y educación, entre otros) y económicos (reformas en sistemas de pensiones, por ejemplo).
Todo ello reducirá la capacidad de demanda de los países, llevando a menores ingresos por parte de los Estados. Eso mantendrá la deuda en los mismos niveles o incluso en niveles crecientes, tras lo cual necesariamente vendrá el impago y la agudización -aún más- de la crisis. Pero un impago que seguramente sea gestionado por los acreedores y no por los deudores, que es como tendría que ser.
No parece haber duda de que pronto tendremos una nueva crisis financiera, bien porque la quiebra de un país supone un efecto dominó de impagos (y muy especialmente en el mercado de CDS) bien porque los bancos están jugando con fuego como precisamente acaba de recordar el Banco Internacional de Pagos.
Algo con lo que no estoy del todo de acuerdo, puesto que eso puede resolver los desequilibrios comerciales de Alemania pero no necesariamente de España o Grecia. Los competidores de Grecia o España en materia comercial no son los países exportadores de alto valor añadido sino, desgraciadamente, países como China.
Puede verse algunos datos en el working paper de Felipe, J. y Kumar, U. (2011): “Unit labor cost in the Eurozone: The Competitiveness debate again“
-Fin del Articulo.-
(4). La propuesta francesa para ayudar a Grecia... y a sus acreedores.
El pasado martes día 28 se filtró un documento de la “Fédération Bancaire Française” en FT Alphaville con la propuesta de Francia para la situación de Grecia. Aquí pueden leerlo al completo.
Como sabrán la banca francesa, junto la alemana y la griega, es de las más afectadas en todo esto, así que no es raro que el documento tenga el cuño de quien lo tiene. Además es de suponer por tanto que la banca de nuestro país vecino aceptará si esto sale adelante, teniendo en cuenta que Grecia no tiene mucha elección, estamos ante algo que tiene probabilidades de ejecutarse salvo que en Alemania no sea visto con buenos ojos por algún motivo.
¿En qué consiste?
Pues en que los actuales acreedores de deuda pública griega, cuyas obligaciones tengan vencimiento entre julio de 2011 y julio de 2014, reinviertan una parte de lo recibido en obligaciones a 30 años. Los números son los siguientes.
Se estima que en estos tres años vencerán 85.5 mil millones de euros, de los cuales 25 mil millones están en poder del BCE, por lo que nos quedan 60.5 mil millones entre inversores privados que son los que pueden formar parte del plan.
De ellos se estima en el documento que más de un 80% aceptarían la proposición, lo que nos daría un valor próximo a 50 mil millones involucrados.
Pudiendo ser que ese 80% no aceptase, lo que es uno de los problemas de esta propuesta, supongamos que se da dicha premisa.
¿En qué se involucrarían?
Bien, he aquí el plan. Hay dos opciones, la que usará casi todo el mundo y la que no usará casi nadie.
OPCIÓN A: La que tendrá más aceptación.
Los acreedores que acepten se comprometen a mantener la deuda hasta el vencimiento (julio 2011 - julio 2014), en donde recibirán el 100% en efectivo. A cambio deben reinvertir el 70% de lo cobrado en deuda griega, que independientemente de los títulos anteriores será a 30 años.
Así, comprobamos que un 30% de lo invertido actualmente se ingresa y además en efectivo, ese dinero ya está a salvo de cualquier contingencia y los acreedores pueden hacer con él lo que les plazca.
¿Qué ocurre con el 70% restante que queda invertido en bonos griegos a 30 años?
Este es el esquema de la operación. Los inversores (“INVESTORS”) vuelven a comprar nueva deuda griega (“New GGBpg”) por el 70% de lo recibido (“New Investment Amount”).
Esta nueva deuda griega será, como ya dije, a treinta años y ofrecerá un interés del 5.5% + una plusvalía dependiendo del crecimiento griego, que como máximo será del 2.5% y como mínimo del 0%. Es decir, estos bonos tendrán un interés de entre 5.5% y 8%.
No se termina ahí la historia, ya que entonces si Grecia (“HELLENIC REPUBLIC”) quebrase tras ejecutarse el plan los inversores saldrían muy mal parados, tendrían asegurado un 30% que ya cobraron, pero quien sabe lo que una reestructuración fuerte podría hacer por 2014 y posteriores. Por ello se inventa un sistema por el cual dicha deuda tendrá ciertas garantías.
Grecia (“HELLENIC REPUBLIC”) prestará el 30% de lo recibido a un SPV (“Collateral SPV”) es decir, Special Purpose Vehicle que funciona como colateral en la operación. Con ello este vehículo comprará a su vez deuda triple AAA (Alemania, Francia…) que se emitirá como cupón cero y servirá como garantía del principal de la deuda a 30 años. Si Grecia no hiciese frente a sus pagos este vehículo pagará el principal a los inversores con dichos activos, perdiéndose los intereses.
Por último el Banco Central Europeo (“ECB”) actúa como custodio del SPV y la nueva deuda adquirida no se podrá negociar hasta el 1 de enero de 2022.
OPCIÓN B: La que no usará casi nadie.
A los inversores que escojan esta opción se les pagará el 100% en efectivo pero deben reinvertir entre un 90% y un 100% en deuda griega a 5 años con un 5.5% de interés. Se limitan sus transacciones.
¿Por qué creo que no la escogerá casi nadie?
Porque conservan prácticamente todo el riesgo de su anterior operación y no hay garantía de ningún tipo. Salvo que por algún motivo fiscal, contable… sea más interesante, económicamente no tiene mucho sentido.
CONCLUSIÓN
Si finalmente 50 mil millones resultan involucrados, como dice ser el documento, Grecia obtendría una financiación del 70% de esa cantidad, es decir, unos 35 millones de euros.
No obstante, el 30% tendría que ir al SPV, unos 10.5 millones, lo que nos daría de liquidez neta 24.5 millones. A su vez los acreedores, verían su patrimonio protegido: A) por el 30% que se reembolsan y es de uso libre y B) por el colateral que comprará el SPV.
Por tanto, aun en el peor de los casos, aunque Grecia quiebre nada más hacer la reinversión, los acreedores saldrían mejor parados que con una quita del 50% que es lo que se estima ahora en el mercado. La ventaja es que pueden ganar dinero a mayores.
¿Problemas?.
No debe haber “credit event” ni “default” ni nada similar por aceptar este plan “voluntario”, si fuese así fracasaría. Esto no quiere decir que las contrapartes de los CDS (se especula que de EEUU) se libren de pagar, porque puede haber algún evento crediticio igualmente.
Aquí solo me refiero al mero hecho de que una entidad privada acepte este plan y se considere “credit event” o no. Claro que, si lo pensamos bien si les interesa, esos 80.5 millones ya no irán a reclamar sus seguros de CDS.
Y otro problema mayor es que, se gana tiempo pero ¿y Grecia?.
Si se especula con una reestructuración de la deuda es para que el país vuelva a unos niveles sostenibles y pueda salir del bache de donde está metida. Si por la contra esta reestructuración no se hace, ¿de qué vale que los bancos se expongan a sufrir pérdidas si Grecia sigue igual de endeudada?
Por ello tengo la impresión de que Grecia acabará teniendo alguna clase de quita igualmente. Aunque en esa hipótesis, aunque sea muy tarde y muy dañina, los acreedores privados ya se habrán asegurado unas pérdidas máximas, al menos aquellos a los que les venza la deuda hasta 2014 y hagan el "roll-over". De eso va, fundamentalmente, esta proposición francesa.
-Fin del Articulo.-
(5). Grecia como metáfora.
En un artículo reciente, Mark Weisbrot, codirector del Center of Economic and Policy Research, preguntaba qué sucedería en EEUU si se aplicase en este país el mismo plan de ajuste –extrapolado a sus dimensiones económicas– que la UE y el FMI imponían a Grecia como condición para un nuevo rescate.
“Manifestaciones y disturbios”, respondía sin dudar.
Eso fue, justamente, lo que sucedió ayer en Atenas después de que el Parlamento aprobara, con los votos del gobernante partido socialista, el paquete de recortes, que incluye la desaparición de 150.000 empleos públicos, la subida del IVA del 13 al 23% en bares y restaurantes, un tijeretazo drástico del gasto social y privatizaciones de empresas y servicios públicos (refinerías, eléctricas, puertos, compañías de transporte, etc.) por un valor de 50.000 millones de euros, entre otros “deberes”. Una de las medidas estrella –el recorte del gasto militar– habla por sí misma de la inmoralidad reinante.
Grecia es el país europeo de la OTAN que más gasta en armamento (un 4% de su PIB), y los principales países suministradores de armas son los mismos que hoy denuncian sus derroches.
La decisión de ayer del Parlamento permitirá a Grecia obtener de inmediato 12.000 millones de euros y desbloquear un segundo rescate, cuyo objetivo último es salvaguardar la estabilidad del euro y que el país pague a sus acreedores, primordialmente bancos alemanes y franceses.
Mientras las calles atenienses ardían de indignación, las bolsas reaccionaban con júbilo y los líderes europeos se felicitaban entre sí. Toda una metáfora de los tiempos que corren.
-Fin del Articulo.-
(6) . La llama de la indignación griega no se apaga.
Manifestantes y fuerzas de seguridad helenas se enfrentan ante el parlamento griego, que hoy aprobará el paquete de austeridad necesario para asegurar la entrega de ayuda internacional y evitar el impago de deuda.
El Gobierno del primer ministro Georgios Papandreu, que ganó una primera votación el miércoles por 155 contra 138 votos, espera que se apruebe el segundo proyecto de ley, que abarca 28.000 millones de euros en alzas de impuestos, límites de gasto y privatizaciones.
El Parlamento ha reanudado el debate a las 09.30 hora local (08:30 hora española), aunque la votación decisiva no se espera antes de las 14.00 hora local (13:00 GMT).
Antes del inicio del debate, aún no se había decidido si se necesitaría más de una votación para aprobar el proyecto de ley, como demostraban las palabras del portavoz del Gobierno, Ilias Mosialos, que confiaba "que los parlamentarios que apoyaron el plan a medio plazo también voten por la ley de implementación".
Pero el optimismo que mostraron los mercados tras la votación del miércoles, se mezcla con la preocupación respecto a si el Gobierno podrá implementar los recortes impopulares para ajustarse a un cronograma rígido impuesto por la UE y el FMI.
"Aún hay muchas preguntas sin respuestas sobre la implementación efectiva de las medidas de austeridad, dado el telón de la molestia pública cada vez mayor en Grecia", señaló Omer Esiner, principal analista de mercado de Commonwealth Foreign Exchange en Washington.
Una indignación entre la población que fue subrayada por la violencia en la plaza Sintagma mientras se contaban los sufragios, que llevó a una auténtica batalla campal entre jóvenes encapuchados y policías, que se ha prolongado durante la noche.
-Fin del Articulo.-
(7). Así afecta a los ciudadanos el plan aprobado en Grecia.
Articulo publicado en ABC, el 30/06/2011.
Más impuestos a autónomos, recorte a los funcionarios, subidas de impuestos al consumo.
El parlamento griego ha aprobado en el mediodía de este miércoles un nuevo plan de austeridad con el que se pretenden ahorrar 70.000 millones de euros entre este año y 2015.
Una cantidad que supone una parte muy importante del PIB heleno y que deberá salir de los bolsillos de sus agotados contribuyentes. Además de ver cómo se privatiza gran parte de su Estado, los ciudadanos griegos deberán de pagar más impuestos y ganar menos. Estas son algunas de las medidas que se han aprobado este miércoles según Efe.
Consolidación fiscal.
- Se pretende recortar los gastos del Estado en unos 14.300 millones de euros y recaudar otros 14.100 millones hasta 2015, con el fin de situar el déficit por debajo del 3% del PIB en ese año.
Impuestos.
- El Estado impondrá un 'impuesto solidario' entre el 1 y el 4% a las rentas más altas. Para ministros, parlamentarios y otros cargos públicos con ingresos importantes el impuesto es del 5%.
- Suben en 300 euros anuales los impuestos a autónomos o profesionales que trabajan por cuenta propia, como abogados, fontaneros o taxistas.
- Se reduce el mínimo exento de tasación de los 12.000 a los 8.000 euros, aunque quedan excluidos los trabajadores de menos de 30 años y los pensionistas, y se crea un impuesto inmobiliario especial para los propietarios de bienes de más de 200.000 euros.
- Aumentan los impuestos sobre bienes de lujo como yates, piscinas y coches de alta cilindrada, se abre la posibilidad de legalizar inmuebles construidos fuera de la ley tras el pago de penalizaciones y se eliminan un gran número de exenciones fiscales.
- El IVA para bares y restaurantes pasa del 13 al 23% y se refuerza la lucha contra la evasión fiscal y el trabajo informal.
Gasto público.
- El Estado pretende suprimir 150.000 empleos públicos, el 25% del total, para lo que no se prolongarán los contratos temporales y sólo se sustituirá a una de cada diez funcionarios que se jubilen. Los salarios, recortados una media del 12% el año pasado, volverán a ser reducidos, aunque aún no se sabe en qué cuantía.
- Se suprimen diversas prestaciones sociales para ahorrar 4.000 millones hasta 2015. Se recortarán también 500 millones de euros este año en concepto de subvenciones y otros 855 millones hasta 2015 con la fusión de escuelas, hospitales o cuarteles de la policía.
- Se reduce el gasto sanitario hasta 2015 en 2.100 millones de euros mediante la racionalización de las prescripciones y con fármacos más baratos.
- Por primera vez en tres décadas se reduce el gasto militar, el más alto porcentualmente de los países europeos de la OTAN con cerca del 4% del PIB, aunque muchos analistas consideran que es mayor por el uso de partidas ocultas. En total, se recortan 1.200 millones de euros hasta 2015 y se cancelan pedidos de armamento por 830 millones.
- Se reducen las inversiones públicas en 850 millones para este año.
Privatizaciones.
- En 2011 el Gobierno pretende recaudar unos 5.000 millones con la venta del monopolio de apuestas y loterías OPAP, el Postbank, la empresa de gestión de aguas de Salónica, la segunda ciudad del país, y las empresas de gestión portuarias del Pireo y Salónica.
- Entre 2012 y 2015, otros 45.000 millones con la privatización de la empresa de gestión del agua de Atenas, refinerías, empresas eléctricas, el ATEbank, especializado en el sector agrícola, así como la gestión de puertos, aeropuertos, autopistas, derechos de explotación de minas y bienes muebles e inmuebles estatales.
-Fin del Articulo.-
Articulo de Ignacio Escolar en Escolar.net. 30/06/2011.
Dos cifras para no perdernos. La primera: para salvar al sistema financiero de los errores que provocó su propia voracidad suicida, Europa inyectó 311.400 millones de euros en sus bancos.
El total de dinero movilizado por los socios de la UE en 2008 y 2009, tras la caída de Lehman Brothers, alcanzó los 3,7 billones de euros si sumamos también los préstamos y los avales y garantías no ejecutados que pusieron sobre la mesa las naciones europeas para respaldar a sus irresponsables banqueros.
Por entendernos: 3,7 billones de euros es más dinero que el PIB de España (1,1 billones) y el de Alemania (2,4 billones) juntos.
La segunda cifra: el rescate a Grecia costará 110.000 millones de euros y no es un regalo desinteresado. Salvamos a Grecia para salvar de nuevo a la banca europea.
También para evitar que la deuda soberana se encarezca aún más y el terremoto se lleve por delante al euro, de sur a norte. Los griegos pagarán el préstamo a sus socios con un 4% de interés. Y con su sangre.
Comparen ahora, si es que se quieren enfadar, el incondicional rescate a la banca europea y mundial –que en estos tres años de crisis apenas ha padecido reforma alguna– con los dolorosos recortes que hoy exigimos a Grecia.
El “rescate” que impone la UE francoalemana a su supuesto socio tiene un nombre médico: ensañamiento terapéutico.
Consiste en recetar dolor y más dolor a un paciente que se da por perdido. ¿Podrá acaso la anoréxica economía griega pagar lo que debe con una nueva dieta?
En el mejor de los casos, los ciudadanos griegos tienen por delante un lustro de recesión. En el peor, un corralito argentino. Es cierto: gran parte de la responsabilidad es suya. Al menos tanta como la que nunca han asumido por esta crisis los banqueros.
-Fin del articulo-.
(2). Título.- Grecia, el Estado fallido del euro.
Articulo publicado en “El Mundo” por IRENE HDEZ. VELASCO |.
Cualquier ama de casa o cabeza de familia lo sabe. Si uno gasta más de lo que ingresa, acaba en la ruina más absoluta. Durante décadas eso es, precisamente, lo que ha hecho el Estado griego.
Gastar, gastar alegremente y seguir gastando. Por no decir despilfarrar o, más directamente, dilapidar.
Así lo hizo, hasta llegar a donde se encuentra en estos momentos: al borde de la bancarrota y con un inmenso agujero en las arcas públicas de nada menos que 350.000 millones de euros.
Para interpretar la magnitud de esta cifra y tener una idea del volumen que representa como deuda, basta con repartirla entre todos los trabajadores griegos. A cada uno de los ciudadanos de Grecia que tengan un puesto de trabajo le tocaría pagar unos 175.000 euros.
Los excesos, descontroles y locuras que se han cometido en el país heleno con el dinero público han sido tantos, y tan enormes, que cuesta creer que todo lo sucedido sea cierto. No obstante, lo es.
De hecho, aquí van algunas de las extravagancias cometidas, por llamarlas de algún modo.
El primer problema es que nadie sabe a ciencia cierta cuántos empleados públicos se cuentan en Grecia. Los sindicatos hablan de unos 700.000 funcionarios, mientras que el Gobierno heleno los cifra en alrededor de 800.000 personas.
«Nadie, ni siquiera el primer ministro, sabe cuántos hay», subrayaba hace apenas unos meses Constantinos Michalos, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Atenas.
Además, y sumando también las personas que trabajan para la Administración pública con contratos temporales, la cifra de empleados del Estado podría ascender, en total, hasta un millón de personas. No está mal, considerando que Grecia tiene tan sólo una población de 11 millones de habitantes.
Trabajos vitalicios por ley.
La Constitución griega prohíbe expresamente despedir a empleados públicos. Según los analistas, uno de los principales motivos por los que Yorgos Papandreu anunció la semana pasada su intención de celebrar, en septiembre, un referéndum para reformar el sistema político griego y cambiar algunos artículos de la Constitución, sería precisamente para abrir las puertas a la posibilidad de poder poner en la calle a funcionarios.
Clientelismo salvaje.
Durante décadas, el sistema político griego ha funcionado de manera que cada vez que un partido llegaba al poder contrataba a gente en el sector público a cambio de su voto. Eso explica por que en la Administración pública trabajan
muchas más personas que las necesarias.
Por qué el Hospital Evagelismos, uno de los principales de Atenas, tiene en nómina a 45 jardineros para cuidar de las cuatro macetas que decoran su entrada, y que encima están llenas de hierbajos.
O por qué en algunos departamentos públicos hay 50 conductores para un coche. Y así suma y sigue muchos ejemplos más.
Vivan las prebendas.
Según Adedy, el principal sindicato de los funcionarios griegos, los empleados públicos ganan una media de 1.350 euros mensuales, casi el doble del salario mínimo de Grecia, que es de 740 euros al mes, y por encima, en general, de lo que cobran sus colegas del sector privado.
Es más, además de disfrutar de dos pagas extraordinarias, estos trabajadores reciben bonos y remuneraciones extraordinarias por los motivos más peregrinos. Por ejemplo, hay un bono por llegar al trabajo en el horario previsto; por presentarse al puesto de trabajo correctamente vestido; por usar ordenador; o por hablar idiomas.
La cosa es tan disparatada que los guardas forestales ganan un bono por trabajar al aire libre.
Soltera y sola en la vida.
Entre los numerosos privilegios de los que disfrutan los funcionarios, uno de los más surrealistas es el que contempla una pensión vitalicia de 1.000 euros mensuales para las hijas solteras de empleados públicos fallecidos.
Se cuentan 40.000 mujeres en esta condición, lo que supone una carga de 550 millones de euros al año para las arcas públicas. A partir de ahora, las huérfanas solteras de funcionarios sólo cobrarán esa pensión hasta alcanzar los 18 años.
Jubilados de lujo.
Hasta el año pasado, los trabajadores griegos se podían jubilar a los 61 años y medio cobrando el 95,7% de su salario. Ahora, la edad para retirarse se ha elevado a 63 años y medio. Pero, además, en Grecia existen cerca de 600 categorías laborales que, alegando motivos de salud, podían optar a la jubilación anticipada, establecida en 50 años para las mujeres y 55 para los hombres.
Entre los beneficiados no sólo se encuentran los mineros o los desactivadores de bombas, sino también profesiones tan peligrosas como peluqueros -por utilizar tintes y otros productos químicos perjudiciales para el organismo-, trompetistas y flautistas -se supone que a causa de los soplidos pueden desarrollar reflujo gastroesofágico- o los presentadores de televisión, por aquello de que los micrófonos son un criadero de bacterias.
Estas jubilaciones anticipadas han sido ahora limitadas, haciendo añicos el sueño de buena parte del 14% de los empleados griegos que esperaban poder acogerse a ellas.
Pero, según Jagadeesh Gokhale, un economista del Instituto Cato de Washington citado por The New York Times, si las pensiones de los jubilados griegos se tuvieran en consideración al realizar las cuentas, la deuda del país se dispararía hasta alcanzar el 875% de su PIB. Ahora mismo se considera que el agujero en las cuentas públicas griegas equivale al 113% del PIB.
Organismos públicos a gogó.
Nadie sabe bien para qué sirven o qué hacen, pero en Grecia se cuentan por centenares los comités, institutos y organismos públicos. Por haber hay hasta un comité para gestionar el Lago Kopais, a pesar de que se secó en 1930. El Gobierno ha anunciado que a partir de octubre eliminará o fusionará 75 organismos públicos en los que trabajan más de 7.000 personas y que reciben, anualmente, 2.700 millones de euros en subvenciones.
Evasión fiscal.
Es el deporte nacional. No pagar impuestos es la norma en Grecia, no la excepción. Se calcula que uno de cada cuatro trabajadores no paga ni un céntimo en impuestos y que, al año, las arcas públicas del país dejan de ingresar entre 15.000 y 20.000 millones de euros a causa de los griegos que defraudan a Hacienda.
Esto significa que cada ciudadano escamotea una media de 1.800 euros anuales al Estado. A pesar de que el año pasado el Gobierno anunció que pondría en marcha una campaña de persecución de los defraudadores, no lo ha logrado.
La prueba es que en marzo puso de patitas en la calle al máximo responsable de la agencia fiscal, después de constatar el fracaso de su gestión y comprobar que, en 2010, tan sólo recaudó 52.500 millones de euros, apenas 2.500 euros más que en 2009.
El Ejecutivo ha tratado en el último año de desenmascarar a algunos evasores haciendo sobrevolar helicópteros sobre Atenas para detectar las grandes piscinas de supuestos modestos ciudadanos.
Sin embargo, los defraudadores han respondido ocultando la prueba del delito bajo redes de camuflaje.
Antes muertos que honestos.
En 2010, las familias de 4.500 funcionarios públicos ya fallecidos siguieron cobrando las pensiones de jubilación de estos como si estuvieran vivos. Y más de 18.000 personas se beneficiaron de las ayudas al desempleo sin tener derecho.
Perder el tren.
Los empleados de la compañía de ferrocarril del Estado ganan una media de 65.000 euros al año. La plantilla la componen 9.000 personas. Eso explicaría por qué la empresa pierde unos 800 millones de euros al año, y por qué sería más rentable que el Estado pagara taxis a los pasajeros para transportarlos.
Coge el dinero y corre.
Según datos del Banco Central Europeo, sólo en mayo, los bancos griegos perdieron 4.000 millones en depósitos. El pasado mes de abril vieron como sus clientes retiraban 2.400 millones de euros.
Se calcula que desde que estallara la crisis griega hace un año, los griegos han sacado de sus bancos unos 60.000 millones de euros, lo que representa algo así como la cuarta parte de todo PIB del país.
Corrupción rampante.
La corrupción en la vida diaria está tan extendida que algunos la consideran endémica. Si un griego quiere ser bien atendido en un hospital, desliza un billete en las manos del médico.
Si pretende que un inspector de Hacienda haga la vista gorda con sus pufos, deja caer la posibilidad de una recompensa en dinero contante y sonante.
La organización Transparency International calcula que los ciudadanos griegos se dejan unos 800 millones de euros cada año en fakelaki, es decir, los pequeños sobornos y mordidas de la vida diaria.
Y estima que el 13% de esos pagos van a parar a funcionarios.
Excesos olímpicos.
Grecia se gastó en organizar los Juegos Olímpicos de 2004 la friolera de 9.000 millones de euros, el doble de lo estimado inicialmente.
Es la guerra.
Grecia es el país de la Unión Europea que más dinero destina a gastos militares: nada menos que el 4,3% de su PIB. Entre 2007 y 2009, llegó a gastar el 6% del PIB nacional. Francia, el segundo, dedica a ese apartado el 2,6% de su riqueza. En 2010, el país heleno se dejó 6.700 millones de euros en el Ejército.
-Fin del Articulo.-
(3). Título.- Sobre el futuro de Grecia en la Unión Europea.
Articulo de Alberto Garzón Espinosa del Consejo Científico de ATTAC.
La revista digital Sinpermiso acaba de publicar en castellano algunos artículos sobre el futuro de Grecia y los países periféricos en general que son altamente recomendables.
Me da la sensación de que por la elección de los mismos puede derivarse que la línea editorial de la revista apuesta por una salida del euro, algo sobre lo que no hay acuerdo en la izquierda política.
El artículo de Costas Lapavitsas, que por cierto es griego, apuesta por la salida del euro a pesar de los costes sociales que puede suponer a corto plazo. La alternativa, dice, es el paroxismo de la crisis.
Según Lapavitsas los miembros de la troika UE/BCE/FMI saben perfectamente que Grecia va a acabar reestructurando la deuda, y que si están ofreciendo esos programas de “rescate” es únicamente para conseguir que los poseedores de títulos de deuda pública (y que son bancos fundamentalmente) puedan deshacerse de unos títulos que dentro de muy poco no valdrán nada.
Eso significa que los planes de rescate lo único que consiguen es trasladar el riesgo desde las unidades privadas hacia las unidades públicas. Es decir, lo que ya veníamos diciendo una y otra vez.
Lapavitsas insiste en la necesidad de salir del euro, algo que ya proponía el informe del Research on Money and Finance del año pasado (aquí algunas ideas resumidas) y del cual fue él mismo su coordinador.
Por cierto que Lapavitsas habla de las horas trabajadas por los griegos, algo que ya vimos el año pasado al demostrar que son los segundos en la OCDE en horas trabajadas, y de la indignación masiva que puede derivar en una oposición frontal a los planes de la troika.
Por otra parte un poskeynesiano como Randall Wray también propone la salida del euro como única solución posible a la crisis de los países periféricos.
Pero lo hace tras asegurar que la solución alternativa y de izquierdas no tendrá aceptación en los organismos actuales de la UE y que por lo tanto estamos ante un callejón sin salida.
Esa alternativa progresista pasa por incidir en los desequilibrios comerciales y, en concreto, subir los salarios de los trabajadores de Alemania*.
Es, por cierto, la solución que poskyenesianos radicales como E. Stockhammer y O. Onaran y marxistas como M. Husson recomiendan en algunos de sus artículos sobre la crisis griega.
En el fondo no parece que haya mucha disensión en torno a qué opciones tiene la UE para superar sus problemas actuales, ni mucho menos a la hora de predecir lo que está por venir.
La diferencia estriba en que algunos (Stockhammer, Onaran, Hussson) confían en recuperar una Unión Europea social que otros (Wray, Lapavitsas) ya dan por perdida.
Sobre lo que está por venir no parece haber duda. Un proceso importantísimo de regresión social, con pérdida de derechos laborales (reformas en mercado de trabajo), sociales (reformas en sistema de sanidad y educación, entre otros) y económicos (reformas en sistemas de pensiones, por ejemplo).
Todo ello reducirá la capacidad de demanda de los países, llevando a menores ingresos por parte de los Estados. Eso mantendrá la deuda en los mismos niveles o incluso en niveles crecientes, tras lo cual necesariamente vendrá el impago y la agudización -aún más- de la crisis. Pero un impago que seguramente sea gestionado por los acreedores y no por los deudores, que es como tendría que ser.
No parece haber duda de que pronto tendremos una nueva crisis financiera, bien porque la quiebra de un país supone un efecto dominó de impagos (y muy especialmente en el mercado de CDS) bien porque los bancos están jugando con fuego como precisamente acaba de recordar el Banco Internacional de Pagos.
Algo con lo que no estoy del todo de acuerdo, puesto que eso puede resolver los desequilibrios comerciales de Alemania pero no necesariamente de España o Grecia. Los competidores de Grecia o España en materia comercial no son los países exportadores de alto valor añadido sino, desgraciadamente, países como China.
Puede verse algunos datos en el working paper de Felipe, J. y Kumar, U. (2011): “Unit labor cost in the Eurozone: The Competitiveness debate again“
-Fin del Articulo.-
(4). La propuesta francesa para ayudar a Grecia... y a sus acreedores.
El pasado martes día 28 se filtró un documento de la “Fédération Bancaire Française” en FT Alphaville con la propuesta de Francia para la situación de Grecia. Aquí pueden leerlo al completo.
Como sabrán la banca francesa, junto la alemana y la griega, es de las más afectadas en todo esto, así que no es raro que el documento tenga el cuño de quien lo tiene. Además es de suponer por tanto que la banca de nuestro país vecino aceptará si esto sale adelante, teniendo en cuenta que Grecia no tiene mucha elección, estamos ante algo que tiene probabilidades de ejecutarse salvo que en Alemania no sea visto con buenos ojos por algún motivo.
¿En qué consiste?
Pues en que los actuales acreedores de deuda pública griega, cuyas obligaciones tengan vencimiento entre julio de 2011 y julio de 2014, reinviertan una parte de lo recibido en obligaciones a 30 años. Los números son los siguientes.
Se estima que en estos tres años vencerán 85.5 mil millones de euros, de los cuales 25 mil millones están en poder del BCE, por lo que nos quedan 60.5 mil millones entre inversores privados que son los que pueden formar parte del plan.
De ellos se estima en el documento que más de un 80% aceptarían la proposición, lo que nos daría un valor próximo a 50 mil millones involucrados.
Pudiendo ser que ese 80% no aceptase, lo que es uno de los problemas de esta propuesta, supongamos que se da dicha premisa.
¿En qué se involucrarían?
Bien, he aquí el plan. Hay dos opciones, la que usará casi todo el mundo y la que no usará casi nadie.
OPCIÓN A: La que tendrá más aceptación.
Los acreedores que acepten se comprometen a mantener la deuda hasta el vencimiento (julio 2011 - julio 2014), en donde recibirán el 100% en efectivo. A cambio deben reinvertir el 70% de lo cobrado en deuda griega, que independientemente de los títulos anteriores será a 30 años.
Así, comprobamos que un 30% de lo invertido actualmente se ingresa y además en efectivo, ese dinero ya está a salvo de cualquier contingencia y los acreedores pueden hacer con él lo que les plazca.
¿Qué ocurre con el 70% restante que queda invertido en bonos griegos a 30 años?
Este es el esquema de la operación. Los inversores (“INVESTORS”) vuelven a comprar nueva deuda griega (“New GGBpg”) por el 70% de lo recibido (“New Investment Amount”).
Esta nueva deuda griega será, como ya dije, a treinta años y ofrecerá un interés del 5.5% + una plusvalía dependiendo del crecimiento griego, que como máximo será del 2.5% y como mínimo del 0%. Es decir, estos bonos tendrán un interés de entre 5.5% y 8%.
No se termina ahí la historia, ya que entonces si Grecia (“HELLENIC REPUBLIC”) quebrase tras ejecutarse el plan los inversores saldrían muy mal parados, tendrían asegurado un 30% que ya cobraron, pero quien sabe lo que una reestructuración fuerte podría hacer por 2014 y posteriores. Por ello se inventa un sistema por el cual dicha deuda tendrá ciertas garantías.
Grecia (“HELLENIC REPUBLIC”) prestará el 30% de lo recibido a un SPV (“Collateral SPV”) es decir, Special Purpose Vehicle que funciona como colateral en la operación. Con ello este vehículo comprará a su vez deuda triple AAA (Alemania, Francia…) que se emitirá como cupón cero y servirá como garantía del principal de la deuda a 30 años. Si Grecia no hiciese frente a sus pagos este vehículo pagará el principal a los inversores con dichos activos, perdiéndose los intereses.
Por último el Banco Central Europeo (“ECB”) actúa como custodio del SPV y la nueva deuda adquirida no se podrá negociar hasta el 1 de enero de 2022.
OPCIÓN B: La que no usará casi nadie.
A los inversores que escojan esta opción se les pagará el 100% en efectivo pero deben reinvertir entre un 90% y un 100% en deuda griega a 5 años con un 5.5% de interés. Se limitan sus transacciones.
¿Por qué creo que no la escogerá casi nadie?
Porque conservan prácticamente todo el riesgo de su anterior operación y no hay garantía de ningún tipo. Salvo que por algún motivo fiscal, contable… sea más interesante, económicamente no tiene mucho sentido.
CONCLUSIÓN
Si finalmente 50 mil millones resultan involucrados, como dice ser el documento, Grecia obtendría una financiación del 70% de esa cantidad, es decir, unos 35 millones de euros.
No obstante, el 30% tendría que ir al SPV, unos 10.5 millones, lo que nos daría de liquidez neta 24.5 millones. A su vez los acreedores, verían su patrimonio protegido: A) por el 30% que se reembolsan y es de uso libre y B) por el colateral que comprará el SPV.
Por tanto, aun en el peor de los casos, aunque Grecia quiebre nada más hacer la reinversión, los acreedores saldrían mejor parados que con una quita del 50% que es lo que se estima ahora en el mercado. La ventaja es que pueden ganar dinero a mayores.
¿Problemas?.
No debe haber “credit event” ni “default” ni nada similar por aceptar este plan “voluntario”, si fuese así fracasaría. Esto no quiere decir que las contrapartes de los CDS (se especula que de EEUU) se libren de pagar, porque puede haber algún evento crediticio igualmente.
Aquí solo me refiero al mero hecho de que una entidad privada acepte este plan y se considere “credit event” o no. Claro que, si lo pensamos bien si les interesa, esos 80.5 millones ya no irán a reclamar sus seguros de CDS.
Y otro problema mayor es que, se gana tiempo pero ¿y Grecia?.
Si se especula con una reestructuración de la deuda es para que el país vuelva a unos niveles sostenibles y pueda salir del bache de donde está metida. Si por la contra esta reestructuración no se hace, ¿de qué vale que los bancos se expongan a sufrir pérdidas si Grecia sigue igual de endeudada?
Por ello tengo la impresión de que Grecia acabará teniendo alguna clase de quita igualmente. Aunque en esa hipótesis, aunque sea muy tarde y muy dañina, los acreedores privados ya se habrán asegurado unas pérdidas máximas, al menos aquellos a los que les venza la deuda hasta 2014 y hagan el "roll-over". De eso va, fundamentalmente, esta proposición francesa.
-Fin del Articulo.-
(5). Grecia como metáfora.
En un artículo reciente, Mark Weisbrot, codirector del Center of Economic and Policy Research, preguntaba qué sucedería en EEUU si se aplicase en este país el mismo plan de ajuste –extrapolado a sus dimensiones económicas– que la UE y el FMI imponían a Grecia como condición para un nuevo rescate.
“Manifestaciones y disturbios”, respondía sin dudar.
Eso fue, justamente, lo que sucedió ayer en Atenas después de que el Parlamento aprobara, con los votos del gobernante partido socialista, el paquete de recortes, que incluye la desaparición de 150.000 empleos públicos, la subida del IVA del 13 al 23% en bares y restaurantes, un tijeretazo drástico del gasto social y privatizaciones de empresas y servicios públicos (refinerías, eléctricas, puertos, compañías de transporte, etc.) por un valor de 50.000 millones de euros, entre otros “deberes”. Una de las medidas estrella –el recorte del gasto militar– habla por sí misma de la inmoralidad reinante.
Grecia es el país europeo de la OTAN que más gasta en armamento (un 4% de su PIB), y los principales países suministradores de armas son los mismos que hoy denuncian sus derroches.
La decisión de ayer del Parlamento permitirá a Grecia obtener de inmediato 12.000 millones de euros y desbloquear un segundo rescate, cuyo objetivo último es salvaguardar la estabilidad del euro y que el país pague a sus acreedores, primordialmente bancos alemanes y franceses.
Mientras las calles atenienses ardían de indignación, las bolsas reaccionaban con júbilo y los líderes europeos se felicitaban entre sí. Toda una metáfora de los tiempos que corren.
-Fin del Articulo.-
(6) . La llama de la indignación griega no se apaga.
Manifestantes y fuerzas de seguridad helenas se enfrentan ante el parlamento griego, que hoy aprobará el paquete de austeridad necesario para asegurar la entrega de ayuda internacional y evitar el impago de deuda.
El Gobierno del primer ministro Georgios Papandreu, que ganó una primera votación el miércoles por 155 contra 138 votos, espera que se apruebe el segundo proyecto de ley, que abarca 28.000 millones de euros en alzas de impuestos, límites de gasto y privatizaciones.
El Parlamento ha reanudado el debate a las 09.30 hora local (08:30 hora española), aunque la votación decisiva no se espera antes de las 14.00 hora local (13:00 GMT).
Antes del inicio del debate, aún no se había decidido si se necesitaría más de una votación para aprobar el proyecto de ley, como demostraban las palabras del portavoz del Gobierno, Ilias Mosialos, que confiaba "que los parlamentarios que apoyaron el plan a medio plazo también voten por la ley de implementación".
Pero el optimismo que mostraron los mercados tras la votación del miércoles, se mezcla con la preocupación respecto a si el Gobierno podrá implementar los recortes impopulares para ajustarse a un cronograma rígido impuesto por la UE y el FMI.
"Aún hay muchas preguntas sin respuestas sobre la implementación efectiva de las medidas de austeridad, dado el telón de la molestia pública cada vez mayor en Grecia", señaló Omer Esiner, principal analista de mercado de Commonwealth Foreign Exchange en Washington.
Una indignación entre la población que fue subrayada por la violencia en la plaza Sintagma mientras se contaban los sufragios, que llevó a una auténtica batalla campal entre jóvenes encapuchados y policías, que se ha prolongado durante la noche.
-Fin del Articulo.-
(7). Así afecta a los ciudadanos el plan aprobado en Grecia.
Articulo publicado en ABC, el 30/06/2011.
Más impuestos a autónomos, recorte a los funcionarios, subidas de impuestos al consumo.
El parlamento griego ha aprobado en el mediodía de este miércoles un nuevo plan de austeridad con el que se pretenden ahorrar 70.000 millones de euros entre este año y 2015.
Una cantidad que supone una parte muy importante del PIB heleno y que deberá salir de los bolsillos de sus agotados contribuyentes. Además de ver cómo se privatiza gran parte de su Estado, los ciudadanos griegos deberán de pagar más impuestos y ganar menos. Estas son algunas de las medidas que se han aprobado este miércoles según Efe.
Consolidación fiscal.
- Se pretende recortar los gastos del Estado en unos 14.300 millones de euros y recaudar otros 14.100 millones hasta 2015, con el fin de situar el déficit por debajo del 3% del PIB en ese año.
Impuestos.
- El Estado impondrá un 'impuesto solidario' entre el 1 y el 4% a las rentas más altas. Para ministros, parlamentarios y otros cargos públicos con ingresos importantes el impuesto es del 5%.
- Suben en 300 euros anuales los impuestos a autónomos o profesionales que trabajan por cuenta propia, como abogados, fontaneros o taxistas.
- Se reduce el mínimo exento de tasación de los 12.000 a los 8.000 euros, aunque quedan excluidos los trabajadores de menos de 30 años y los pensionistas, y se crea un impuesto inmobiliario especial para los propietarios de bienes de más de 200.000 euros.
- Aumentan los impuestos sobre bienes de lujo como yates, piscinas y coches de alta cilindrada, se abre la posibilidad de legalizar inmuebles construidos fuera de la ley tras el pago de penalizaciones y se eliminan un gran número de exenciones fiscales.
- El IVA para bares y restaurantes pasa del 13 al 23% y se refuerza la lucha contra la evasión fiscal y el trabajo informal.
Gasto público.
- El Estado pretende suprimir 150.000 empleos públicos, el 25% del total, para lo que no se prolongarán los contratos temporales y sólo se sustituirá a una de cada diez funcionarios que se jubilen. Los salarios, recortados una media del 12% el año pasado, volverán a ser reducidos, aunque aún no se sabe en qué cuantía.
- Se suprimen diversas prestaciones sociales para ahorrar 4.000 millones hasta 2015. Se recortarán también 500 millones de euros este año en concepto de subvenciones y otros 855 millones hasta 2015 con la fusión de escuelas, hospitales o cuarteles de la policía.
- Se reduce el gasto sanitario hasta 2015 en 2.100 millones de euros mediante la racionalización de las prescripciones y con fármacos más baratos.
- Por primera vez en tres décadas se reduce el gasto militar, el más alto porcentualmente de los países europeos de la OTAN con cerca del 4% del PIB, aunque muchos analistas consideran que es mayor por el uso de partidas ocultas. En total, se recortan 1.200 millones de euros hasta 2015 y se cancelan pedidos de armamento por 830 millones.
- Se reducen las inversiones públicas en 850 millones para este año.
Privatizaciones.
- En 2011 el Gobierno pretende recaudar unos 5.000 millones con la venta del monopolio de apuestas y loterías OPAP, el Postbank, la empresa de gestión de aguas de Salónica, la segunda ciudad del país, y las empresas de gestión portuarias del Pireo y Salónica.
- Entre 2012 y 2015, otros 45.000 millones con la privatización de la empresa de gestión del agua de Atenas, refinerías, empresas eléctricas, el ATEbank, especializado en el sector agrícola, así como la gestión de puertos, aeropuertos, autopistas, derechos de explotación de minas y bienes muebles e inmuebles estatales.
-Fin del Articulo.-