19/2/12

Recordatorio de una vieja Historia del Autor. COMPARECENCIA DE PARTE ANTE NOTARIO.

Nota del Autor.-
Cpn objeto de que no se despiste y aunque ya fue publicado en la fecha que abajo se dice, he creido interesante recuperarlo en mis Reflexiones –Para que conste-.

7.10.2008.
COMPARECENCIA DE PARTE ANTE NOTARIO.
ESTE TEXTO QUE SE PUBLICA A CONTINUACION ES COPIA LITERAL DEL ACTA DE COMPARECENCIA ANTE EL NOTARIO DE BENIDORM D. PABLO MADRID NAVARRO EN RELACION CON LOS HECHOS ACAECIDOS EN TERUEL, EN LA SUBDELEGACION DEL GOBIERNO, OFICINAS DE EXTRANJERIA EN LA CALLE NICANOR VILLALTA UN DIA DEL MES DE AGOSTO DEL AÑO 2.007.

“Literalidad del Acta”.
De una parte JOSE MIGUEL BELLA PEREZ, con DNI 18.412.546.B y domicilio en Altea Avda La Nucia,74-A – 03590- y de otra JUAN JOSE BELLA SANCHEZ, con DNI 18.377.002-W y domicilio en Fuentes Claras provincia de Teruel, calle San Antonio,23 - 44340- actuando AMBOS en su propio nombre y derecho por la presente EXPONEN:

1.- Que las dos personas arriba identificadas realizamos esta declaración de “motu propio” y por nuestra propia voluntad sin que medie - ni consejo ni consulta con nuestro abogado ni ningún otro y se realiza de forma totalmente solidaria y personal - con objeto de que quede constancia una realidad de unos hechos que aquí relatamos y todo ello previo a que se realice O NO negociaciacion o movimiento alguno por cualquiera de las partes.

2.- Decir en primer lugar que esta declaración de parte se realiza hoy ante Notario por el solo hecho de que José Miguel Bella Pérez se ha negado en todo momento a comparecer ante fedatario publico en contra de la opinión manifiesta de Juan José Bella Sánchez.

3.- Que creo que seria injusto para todas las partes implicadas en estos hechos el no tener toda la verdad “Real” y conformarnos con la “Verdad Judicial” sin que el tribunal que lo estudie tenga la totalidad de aspectos de estos asuntos, independientemente del resultado final que de dicho procedimiento resulte.

4.- Decir asimismo que en ningún momento ni ante sede judicial ni fuera de ella se nos pregunto por estos hechos- por lo que tampoco tuvimos ocasión de declararlos ni de ocultarlos.

Dicho todo lo anterior y con objeto de poder elevarlo a publico mediante posterior comparecencia ante Notario para la oportuna fehaciencia tanto de texto como de fecha pasamos a relatar los hechos que queremos reflejar.

A.- Venimos a declarar que conocemos a D. Jesús Teofilo Villel desde el mes de Enero-Febrero del año 2.007 con objeto de la presentación de expedientes `propios para nuestra empresa de construcción o en nombre de otras empresas tales como Transecu Frio S,L Araia Logistic S,L Lodisna S,L Transmendiaran S,L y otras de las que existe la adecuada constancia documental en la Subdelegación del Gobierno de Teruel.

B.- El citado D. Jesús Villel tuvo varias reuniones con los representantes de algunas de estas empresas en las que se le comunicaron las intenciones empresariales de las mercantiles en cuanto a trasladar parte de su negocio a Teruel y más concretamente a Fuentes Claras, por una serie de razones que Allah se expusieron. Entre las empresas que se reunieron conmigo José Miguel Bella y el D Jesús Villel estaban Lodisna, Transecu Frio ,etc.

En todas estas reuniones estaba también D. Joaquín Pérez, funcionario instructor de este tipo de expedientes en la Dependencia que rige D. Jesús Villel.

Dejar claro por mi parte José Miguel Bella Pérez que yo no conocía a ninguno de los dos funcionarios antes identificados antes de empezar a gestionar mis expedientes con objeto de poder contratar a trabajadores extranjeros de acuerdo a la Ley de Extranjería y su posterior Reglamento.

Dicho camino me fue propuesto por el entonces compañero de mi entonces partido PSOE y Diputado al Congreso D. Gerardo Torres Sahuquillo , a quien acudí pidiendo ayuda ya que en Alicante el periodo de legalización era totalmente inviable desde el criterio de empresario privado – mas de 9 meses-
El cambio se argumento por el hecho de nuestra voluntad de mantener obras en la provincia de Teruel y la de Alicante además de comenzar una promoción propia en mi pueblo de nacimiento- Fuentes Claras.

Es por todo lo anterior que con fecha de Noviembre de 2006 nos ponemos a realizar la selección y posterior preparación de nuestros trabajadores , todos ellos de origen rumano.

Es entonces cuando llamo al teléfono publico de la Sección de Extranjería y conozco a D Joaquín Pérez y, al entablar conversación con el en su despacho y dado que Teruel es relativamente pequeño coincidimos en varios buenos conocidos de ambos, tales como D Aquilino Ariño Calvo o D. Javier Velasco antiguos compañeros de profesión míos; Ingeniero Agrónomo e Ingeniero Técnico Agrícola respectivamente .

Es a partir de estas circunstancias cuando empiezo a entablar relación personal con D. Joaquín Perez y D. Jesús Villel

Se vienen tramitando más de 100 expedientes, la mayor parte de chóferes de transporte internacional, de acuerdo con los criterios pactados con los dos funcionarios antedichos y se vienen produciendo las Resoluciones Administrativas y las posteriores Altas y firma de Contratos en todos los casos tramitados.

Todo viene funcuionando de acuerdo a lo pactado y siendo conscientes la totalidad de los funcionarios de este Departamento de la entrega y recogida de expedientes ya que a todos ellos en algún caso se les entrego documentación.

De hecho a ellos pongo por testigo de que me reconocían por ser ciego y por ser de Fuentes Claras; es decir, por haber ido muchas veces a aquel departamento.

Aprovecho para afirmar que el trato siempre fue exquisito por parte de todos ellos.

B.- Durante el mes de Agosto de dicho año el funcionario que instruya la totalidad de mis expedientes de acuerdo con los criterios de su Jefe D. Jesús Villel tomo vacaciones; recuerdo que un mes y una semana por tener atrasos de días no tomados según criterio de D. Joaquín Perez.

Los `primeros días se entregaban los nuevos expedientes a D. Miguel…….. Adjunto en aquel momento a D Joaquín Pérez.

Dicha documentación no se iba instruyendo y además fue en estos mismos días cuando se tuvo una reunión en la sede de la Subdelegación del Gobierno a la que acudieron entre otros D. Jesús Villel, el Alcalde de Fuentes Claras y la Secretaria del pueblo Dña Nieves además de otros funcionarios.

En aquella reunión y de acuerdo a manifestaciones del Sr Alcalde de Fuentes Claras, mi mayor defensor fue D. Jesús Villel. He de reconocer que el mismo en la reunión que posteriormente relatare y delante de Juan José Bella Sánchez lo reitero en varias ocasiones.

No me extenderé en el motivo de la reunión ya que en semanas posteriores el asunto de los empadronamientos de dudosa legalidad por ser el trabajo tan especial el que tenían los conductores de TIR se resolvió mediante reunión con el Diputado D Gerardo Torres Sahuquillo y conversación telefónica con el Sr. Director General de Transportes por Carretera desde el despacho del Sr Torres en el Congreso de los Diputados.

C.- Al final del mes de Agosto y, dada la presión a la que me sometían los empresarios porque a su vez ellos se veían presionados por el mercado y necesitaban seguir resolviendo los expedientes de autorizaciones de trabajo para poder cumplir con la legislación vigente al tiempo que dar salida a sus compromisos con sus clientes.

En esta ultima semana y acompañado como otras tantas veces por D. Juan José Bella Sánchez solicitamos hablar con D Jesús Villel en su despacho y , una vez sentados y requiriéndole por la situación de los expedientes se nos dijo que su situación era muy difícil en la Subdelegación del Gobierno en cuanto a la justificación de tantos expedientes de empresas que solo ficticiamente estaban en Teruel.

Yo rebatí con argumentos que se estaba cumpliendo la ley de forma escrupulosa y que en todo caso se estaba siguiendo el criterio que ellos mismos nos marcaron y que durante este mes de Agosto nada era distinto que con anterioridad.

Fue en ese momento que el Jefe de Extranjería de Teruel volvió a repetir un argumento que ya con anterioridad había esgrimido en varias, quizás demasiadas ocasiones y que fue: ES QUE TU JOSE MIGUEL TE QUIERES HACER RICO EN POCO TIEMPO.

Como no era la primera vez que oía dicho argumentarlo le dije que todo el dinero que facturaba era con el correspondiente IVA y que no tendría ningún problema en poder documentárselo si era necesario.

A esta cuestión el nos dijo ESE TEMA HAY QUE ARREGLARLO PORQUE PARA MI ME ES MUY DIFICIL JUSTIFICAR TODOS ESTOS EXPEDIENTES ´
Yo le respondí que si me estaba pidiendo compartir los ingresos que mi empresa estaba generando y el dijo EN EFECTO, VEO QUE ME HAS ENTENDIDO ADECUADAMENTE.

A su propuesta es mi padre Juan Jose Bella Sanchez quien le refiere una serie de insultos de grueso cariz pot su aptitud y por fin yo le digo que en principio no tengo previsto compartir mi trabajo con ninguna otra paersona a lo que responde ESA ES TU DECISION PERO TE ASEGURO QUE EN ESE CASO TE ARRUINARAS.

Como me quede sorprendido dado que era el Jefe de Extranjería puesto por mi partido PSOE el que me hacia estos comentarios y, creyendo que tendría posibilidad de reconducir el asunto, le comente que si podíamos vernos al DIA siguiente con objeto de poder terminar este asunto, ya que no me lo esperaba.

El accedió porque además tenia que salir a una reunión fuera del despacho y al despedirnos volvió a su argumentario anterior de ES QUE TE ESTAS QUERIENDO HACER RICO DEMASIADO RAPIDO.

Mi padre al salir de las oficinas me pidió ir a la Policía Nacional y denunciar el asunto. Yo me negué en rotundo y le propuse ir a ver a Vicente Guillen, Secretario Provincial del PSOE en Teruel y explicarle todo el asunto para solicitar su ayuda en cuanto a la preconducción del asunto.

Aquel DIA no se encontraba en Teruel y quedamos al DIA siguiente a las 12,00 de la mañana en su despacho de la sede del PSOE en Teruel.
Al DIA siguiente y antes de ir a la entrevista con el Jefe de Extranjería tuvimos otra con mi entonces Secretario Provincial y Senador D. Vicente Guillén y nos aseguro que esto lo arreglaba el sin problemas ya que le unía buena relación con D Jesús Villel y de hecho en aquel mismo momento llamo por su teléfono Mobil a D. Jesús Villel, quedando al DIA siguiente en el Bar D Diego, conocido en Teruel para tomar un café, diciéndole previamente que estábamos allí mi padre y yo comentando la reunión anterior.

Una vez realizada la citada llamada nos pidió que no comentásemos estos asuntos fuera de aquel despacho por el escándalo que se podría formar en determinados círculos y que el reconduciría el asunto de forma que de esto nunca trascendiese nada.

Dado además que en breves meses venían las Elecciones Generales pues convinimos que al fin y al cabo nosotros lo único que queríamos es que las empresas que representábamos tuviesen un trato normal y se siguieran dando de Alta trabajadores como hasta la fecha o matriculando vehículos como hasta la fecha.

Después de todo esto mi Secretario Provincial ME COMUNCO QUE YA HABIA TENIDO “ESE CAFÉ” CON d. Jesus Villel y que TODO ESTABA CLARO .A partir de este dia NUNCA mas quiso tener una reunión conmigo D. VICENTE GUILLÉN y por terceras personas miembros del PSOE me consta que se referia a mi persona en reuniones como “ESE PESADO” –sirva de testigo D PEDRO ALLUEVA de Monreal del Campo ,y de todo lo demás no insisto puesto que consta en Autos en la Querella criminal que por prevaricación tenemos admitida a tramite en los Juzgados de Teruel.

Como consta en la documentación de la querella dichos argumentos verbalmente se expusieron al Justicia de Aragon quen por ser un asunto del que no tenia competencias le dio traslado al Defensor del Pueblo; a compañeros del PSOE –Jose Lucio- a la Secretaria del Delegado del Gobierno en Aragon en varias ocasiones, al Gabinete del Ministro Caldera y por fin a la Directora del Departamento de Modernizacion de la Gestion dependiente de la Secretaria de Estado del Gobierno Central.

Como final a este escrito y como se va a elevar a publico pido aquí disculpas a mi padre que se que mi postura partidaria no era la suya por tener el criterio de que es la verdad el único camino posible y a mi abogado Federico Moreno que no sabe nada de este episodio que considero parte importante en todo lo que después sucedió.

Todo lo anterior lo he escrito yo, José Miguel Bella Pérez y después de leído y por su propia voluntad lo ratifica en cuanto a los hechos D Juan José Bella Sánchez y lo elevamos a público por expreso deseo de ambos en la Notaria de D Pablo Madrid Navarro en el DIA de hoy 07 de julio de 2008.

“Hasta ahí la literalidad del Acta de Manifestaciones”.

EPILOGO.- Yo, Jose Miguel Bella Pérez interpuse Querella Criminal contra la Subdelegada del Gobierno de Teruel y contra el Director de la Oficina de Extranjeria de Teruel.
Esta querella que en principio se acepto, nunca llego a sentar a declarar a ninguna da las dos autoridfades porque se le dio traslado a la Audiencia Provincial donde se archivo.

Por ptra parte y, a fecha de hoy, ninguno de los nombrados ha interpuesto accion alguna por difamacion ,en razon a la literalidad de lo que arriba se relata; ante Notario. -Altea a 19 de Febrero de 2.012.


17/2/12

¿Donde esta la gente machacada por esta CRISIS.?

.Wall Street va sin rumbo fijo, las primas de riesgo se volatilizan o la Merkel tiene un pollo en casa propia, porque su presidente es como “muchos” corruptillo”.

Y así podríamos seguir dando noticias t comentándolas hasta el amanecer.
Pero yo me pregunto ¿Y de lo Mio que?

Y que hay de los 5.40 millones de teóricos parados de este país. Y porque no se les be reclamando un trabajo a las puertas de los Ayuntamientos. Y porque no se les nota en las manifestaciones que cuatro gatos –quizás alguno mas- nos esforzamos en sacar a las calles.
Que están haciendo los jubilados que ven recortados sus servicios sociales, sus servicios asistenciales de medicina y que ven llenarse de nuevo su casa de aquellos hijos que van a “vivir” de su exigua pensión.
Antes se les veía mirar las obras, pero ahora creo que están definitivamente viendo la Tele basura.

Y donde están todos esos jóvenes estupendamente preparados que no tienen ni tendrán trabajos dignos en al menos una década. No los veo sentados en las puertas de los Ayuntamientos de cada pueblo al estilo de aquella estupenda película de “Los lunes al Sol”. ¿Dónde estáis?

Y podría ser que los movimientos como el #15M, etc. no fueran de su gusto. Pero eso no es ovice para que ellos montaran los suyos propios, sus reivindicaciones particulares. No los veo; o escucho dada mi circunstancia física de ciego.

Yodo lo anterior creo que se debe al menos a dos cuestiones, que brevemente os diré.

1º.- Las generaciones posteriores a la muerte de genocida Franco lo han tenido todo “en cuestión de derechos civiles” relativamente fácil. Eso les ha hecho “pasotas” en relación con la defensa de unos derechos que les pareció, venían con el pack de ser español. Y vemos ahora que eso no es cierto.

2º.- La sociedad de la información, la de la sobre información mejor dicho, que es donde estamos, al parecer tiene contrapartidas.

Es evidentemente genial toda la posibilidad de información y comunicación que tenemos en estos días en este país, pero, creo que produce una especie de logotomizacion de alguna parte del cerebro que nos hace “estatuas de cera” en relación con las cuestiones políticas que, por serlo, lo son responsabilidad de todos.

Es solo con esta teoría como se puede sustentar que sigan habiendo mayorías de personajes corruptos, de que no salgamos a reclamar que el Banco de España se disuelva y se monte algo que controle a la Banca. Que cuando nos quitan camas de un Hospital pero sigue funcionando Terra Mítica no exijamos la inmediata disolución de la Generalitat en pleno, etc, etc.

Yo no entiendo el proceso que nos ha llevado a esto, ni tampoco se como se puede corregir y, es mas. Creo que alguien que si debe entender de ello, esta interesado en que esta sea nuestra postura ciudadana en el futuro.
Es solo de esta forma como los Griegos se han dejado “robar” la democracia, es solo por esto que vale mas la opinión de Alemania que la de un referéndum en Grecia. O es realmente por esto que “a una mayoría” de españoles nos parece prioritario que se pague la deuda externa, en muchísimos casos generado por conductas INMORALES y poco éticas, a que se pague la supervivencia de personas que por causas de la especulación urbanística y, sin duda, su poca cabeza. Se están viendo en la “puta calle” con toda su familia concentrada en un cajero, con ellos.

A mi esto me da que pensar, claro que ya sabemos que soy tozudo y además ciego con lo que con toda seguridad los De Guindos y Sáenz de Santamaría “verán” mucho mejor la hoja de ruta.

Además a ellos les voto millones de españoles y yo nunca me presentare a ellos. Eso es importante, para ellos al menos.

11/2/12

Que viene la reforma laboral, que bien la reforma laboral.

Después de mucho tiempo y después de mucho decir que ellos si que sabían lo que había que hacer.
Después de mucho ocultar y después de ir a confesarse con la Merkel y Sarkozy, el Gobierno ha hecho lo que se esperaba de un Gobierno de derechas.

Simple y llanamente, darle la razon a quienes son su “base natural” de votos y hurtársela a los de siempre. Este circo es cíclico, durante unas décadas se va preparando un estado que nos envidian en otros países y llega la derecha t nos quita los derechos a los de abajo y vuelta a empezar.

Me gustara saber cuando se vayan conociendo los datos de paro post reforma laboral del PP t cuando ocurran que por una parte no se cree empleo porque esto no excita la economía por ninguno de sus extremos y, además se vayan observando Eres de los Bancos –para quien trabaja este Gobierno-, también el anterior, eh.

Porque es curioso que los cierres masivos de oficinas bancarias y las fusiones duras no se hayan producido hasta tanto en cuanto se haya sacado la famosa reforma laboral. Realmente curioso.

No pretendo ir de adivino por la vida, entre otras cosas porque no lo soy, pero veremos a partir de la próxima semana como “la Gran Banca” va reajustando sus plantillas; es decir, echando al paro a sus mas de 3.000 oficinas que llevan meses siendo improductivas.

También veremos a la Gran empresa con beneficios declarados, como “aprovecha” la circunstancia para hacer cosas similares y, además al margen de Sindicatos y jueces. “A priori” .A la calle.

Esta reforma ataca además a la medula de los Sindicatos, que en este momento lo eran de aquellos que aun tenían trabajo y que a partir de ahora simplemente no representaran “a nadie”.

Esto pone al Gobierno en una buena situación para hacer fracasar los intentos de “huelga General! Con los que retaba a las organizaciones sindicales, todo chulo el presidente, a “porta gayola” y micrófono cerrado.

Por otra parte creo que algo nos están metiendo por la televisión o quizás por Internet porque como población estamos atontados, carecemos de capacidad de reacción y pareciera que todavía nos pueden hacer mas y mas que aquí no va a pasar nada.

En tiempos de Franco se decía que lo hacían con “pan y toros”, a lo que venían a añadir una buena dosis de Bromuro en la mili, pero ahora todavía no sabemos como podemos estar el 25 % de la población en “riesgo de exclusión”, mas del 20 % de la población activa en paro y sin perspectivas y aquí todos tan contentos.

Este asunto será sin dia objeto de algún sesudo estudio de esos que nos presentan en verano cuando la canícula aprieta y nos lo comemos todo. Y allí se demostrara que algo han puenteado en nuestras cabezas y además de manera generalizada y homogeneizada.

Tenemos por otra parte como dato a observar a los propios griegos o portugueses, de los que poco o nada escuchamos si no es porque día si y al siguiente lo mismo están de Huelga General. Claro que como pasaría aquí ya en España iríamos a la huelga los que ya estamos parados.

Eso si, el viejo sueño de los fascistoides de que los parados deberían ir a hacer carreteras, creo que lo podremos ver para este verano. Rediós.

9/2/12

Es hora de ponernos "las pilas" ciudadanos.

.Creo que con la deriva que están tomando las cosas e incluso con los pronósticos que nuestros gobernantes nos dicen claramente en el Parlamento, debemos empezar a articular a la sociedad civil en algo que quizás tengamos “algo olvidado”.

Me estoy refiriendo a la solidaridad con el vecino, a la empatia y militancia a favor de minorar los problemas de aquellos que tenemos a nuestro lado, en nuestra calle o en nuestro pueblo y que “el sistema” los esta dejando sin la menor posibilidad de sobrevivir. No podemos consentir que nos quiten la dignidad de seres humanos.

Esto anterior no depende de la CE ni de la Merkel o Sarkozy. Eso quiere decir aquello tan antiguo y tan real como “Contigo pan y cebolla”.

Tenemos que salir a buscar a aquellos que están teniendo problemas básicos para mantener a sus familias. No debemos esperar a que ellos salgan a pedir, ya que es importante, fundamental diría yo, que sigan manteniendo intacta su dignidad.

El planteamiento no depende de color politico, porque a todos los colores esta afectando la crisis y, desgraciadamente –mas que afectará-.
Tampoco estamos hablando de hacer “caridad”, sino que simplemente hablamos de “solidaridad”.

Y esto lo debemos hacer al menos por dos cuestiones importantes; a saber.

1º.- El estado de bienestar no se podrá mantener solo para “unos pocos” y oír tanto aunque solamente sea por puro egoísmo de humanos, debemos ayudar a que todo el mundo tenga al menos lo mínimo para poder sobrevivir con dignidad.

2º.-Esta situación es totalmente imposible de que una sociedad la pueda seguir soportando “sine die” y de nuevo viene la necesidad de que; por egoísmo de colectivo, tratemos de vitar que aquel que no tenga “lo mínimo” para garantizar a su familia la vivienda, el alimento y la sanidad además de la educación, salga a la calle y reclame –de forma violenta- sus derechos simplemente como humano.

Además de estos dos argumentos que solo son egoístas, esta el que realmente me importa que es que no podemos dejar que el sistema nos arrolle cuando hemos sido como colectivo nosotros quienes lo hemos hecho posible. Simplemente tenemos derecho a ello.

Nunca doy consejos de nada, porque para mi no los encuentro, pero en este caso te pido que salgas a la calle y hables con el vecino y que empatices con su problema ya que mañana puede ser el tuyo.
Muévete, por favor.

5/2/12

Recortes de Rajoy: las mujeres cargan con la peor parte.

Muchos análisis han puesto de relieve que los costes de la crisis y de las políticas que vienen aplicando los gobiernos al servicio de la banca y de las grandes empresas, como en España, recaen principalmente sobre las clases trabajadoras.
Sin embargo, se suele conceder mucha menos importancia al hecho de que lo hacen de una forma muy particular sobre las mujeres trabajadoras y sobre las mujeres en general, estén o no empleadas.
En el libro Desiguales. Mujeres y hombres frente a la crisis financiera (Icaria 2010) Lina Gálvez y yo pusimos de relieve que la discriminación que sufren las mujeres había sido uno de los factores que ayudaron a generar la crisis, en la medida en que incrementó la desigualdad que está en su origen.
Y también que si las políticas que aplicasen los gobiernos, como viene sucediendo, fueran las que satisfacen a los grandes grupos financieros y patronales la crisis traería consigo un mayor aumento de las diferencias entre mujeres y hombres.
Esto último es lo que ha pasado y los gobiernos han sido plenamente conscientes de los efectos tan injustos de sus políticas que han tomado también medidas orientadas a ocultarlos o disimularlos.
Así, en cuanto comenzaron a tomarse medidas "contra la crisis", un eufemismo que en realidad ha significado a favor de la banca y de las grandes empresas, lo primero que hizo el anterior gobierno, incluso a costa de incumplir su propia Ley de Igualdad, fue dejar de evaluar el impacto que iban teniendo sus decisiones sobre la diferente situación de hombres y mujeres.

Es decir, invisibilizar su efecto desigualitario.

Ahora, al gobierno de Rajoy tampoco parece que le preocupe determinar previamente quiénes serán los paganos o principales beneficiarios de las medidas que adopta, única forma de poder seguir difundiendo la mentira de que sus políticas satisfacen los intereses nacionales cuando en realidad simplemente están favoreciendo a los sectores sociales de mayor renta, riqueza y poder.

La primera batería de medidas que se acaban de aprobar es una muestra bien clara de que las cargas que genera la crisis se reparten muy desigualmente entre la población y que perjudican de un modo especial a las mujeres.

La congelación del salario mínimo (por primera vez desde 1967) cuando es uno de los más bajos de nuestro entorno europeo (solo por debajo de el de Eslovaquia o Portugal) perjudica considerablemente más a las mujeres trabajadoras que a los hombres porque hay un 15,5 de ellas que ganan menos que salario mínimo frente a solo el 5,6% de los hombres, según la última Encuesta de Estructura Salarial (2010).
La congelación del salario mínimo también afecta de forma más negativa a las mujeres que a los hombres porque las primeras suelen estar empleadas en puestos de trabajo peor retribuidos que son los que "tiran a la baja" los salarios mínimos más reducidos.
El salario de las mujeres españolas es mucho más bajo que el de los hombres -como media un 78% del masculino- y la retribución media por hora trabajada que reciben es el 76,1% de la de los hombres.
Y, según la mencionada encuesta, mientras que el 9,81% de los hombres ocupa empleos con salarios más de cinco veces el salario mínimo, ese porcentaje es de solo el 4,77% en el caso de las mujeres.
En particular, la congelación del salario mínimo es especialmente perjudicial para algunos colectivos de mujeres como las dedicadas al servicio doméstico (que emplea a 686.000 personas de las cuales el 90% son mujeres) puesto que su retribución se fija tomándolo directamente como referencia.
Y al disfrutar de menor renta, las mujeres serán también especialmente perjudicadas por la reforma del IRPF cuyo coste, como han demostrado los técnicos del Ministerio de Hacienda (http://www.gestha.es/?seccion=actualidad&num=228), va a recaer principalmente sobre los trabajadores con menores niveles de ingresos.

El aplazamiento de la mejora en la pensión de viudedad también afecta especialmente a mujeres puesto que hay un 44,5% de ellas que son viudas frente a solo un 12,2% de los hombres.

Y también el de la ampliación a cuatro semanas del permiso de paternidad que además supone un nuevo y vergonzoso incumplimiento de la ley, a pesar de que su coste es ínfimo (entre 200 y 250 millones de euros), puesto que debería haber entrado ya en vigor el año pasado.

La pérdida de poder adquisitivo que van a seguir sufriendo las pensiones igualmente perjudica especialmente a las mujeres puesto que, como media, la pensión que reciben es más baja que la de los hombres (aproximadamente el 61% de la que perciben como media los pensionistas masculinos) y hay muchas más mujeres pensionistas en situación precaria, de pobreza o exclusión: algo más del 70% de quienes reciben las más bajas pensiones no contributivas son mujeres.

La moratoria en la puesta en marcha de la ley de dependencia supone asimismo un perjuicio y una carga adicional principalmente para las mujeres puesto que son mujeres la inmensa mayoría de quienes asumen la tarea de cuidar a las personas dependientes fuera (casi el 95% en el caso de las auxiliares de las residencias) o dentro de sus domicilios o familias (en más o menos la misma proporción).

La congelación de plantillas en el sector público también perjudica especialmente a las mujeres por varias razones. Primero porque las mujeres son las que en mayor número se vienen incorporando a él y, sobre todo, en ámbitos más feminizados (sanidad y educación) en donde los recortes están siendo más amplios como consecuencia de que en realidad no se busca ahorrar gasto sino privatizar servicios públicos para ponerlos a disposición de las grandes empresas y bancos.

Además, las mujeres ocupan en el sector público los puestos más precarios y por tanto más afectados por los recortes en número y gasto de personal.

Representan el 30,05% de los funcionarios pero el 51,09% de los contratados laborales y el 55,64% del personal eventual.

Y, por otro lado, mientras que representan el 70% del cuerpo y categoría más bajos -C2- solo el 29,13% del personal del cuerpo de mayor rango -A1-, son mujeres, todo ello según el último informe del Ministerio de Hacienda sobre Personal al servicio del Sector Público Estatal 2009.

En consecuencia, la menor entrada de personal y la amortización de plazas, además de la congelación de sueldos, le afectará principalmente a los empleados públicos de sexo femenino.

En otro orden de cosas, también va a ser extraordinariamente negativo para las mujeres el consenso que desgraciadamente parece que suscriben incluso los dos grandes sindicatos, CCOO y UGT, para promover el empleo a tiempo parcial. Cuando su promoción se hace coincidir con políticas que deprimen la actividad y el ingreso, con la disminución del gasto social y de las infraestructuras del bienestar colectivo y con un silencio casi total sobre la necesidad de promover avanzar hacia la corresponsabilidad entre mujeres y hombres, no se puede creer que detrás de más empleo a tiempo parcial vaya a haber la posibilidad real de generar más actividad y más puestos de trabajo decentes sino otra cosa muy distinta. Lo que vendrá inevitablemente será una modificación de la división del trabajo para volver a esquemas patriarcales que implican especializar a las mujeres en una doble tarea laboral, la no retribuida en su familia y la puntual y mal pagada en el mercado de trabajo.
O lo que es lo mismo, una versión postmoderna pero incluso más precaria aún de la pata quebrada y en casa del franquismo.

Finalmente, y en términos más generales, no podemos olvidar que la disminución del gasto social, no solo en los campos a los que acabo de hacer referencia, está perjudicando también de modo particular a las mujeres porque los recortes, como está pasando especialmente en las comunidades gobernadas por el PP, se están aplicando más o menos subrepticiamente a muchos servicios específicamente destinados a cubrir necesidades o intereses femeninos como los institutos de la mujer, los servicios de ayuda jurídica o a destinados a luchar contra la violencia de género.

En suma. Las clases trabajadoras y los grupos sociales de menor renta en general son los que en mayor medida están pagando los costes de las políticas que se aplican frente a una crisis provocada por los banqueros pero que se destinan justamente a aumentar su poder y sus privilegios.

Pero eso no es todo porque, dentro de ellos, las mujeres soportarán un peso mucho mayor de esos costes.
Si son empleadas, porque tienen más probabilidad de perder el puesto de trabajo que los hombres y porque les afectará en mayor medida que a ellos la pérdida de sueldo y salario; si son pensionistas o reciben prestaciones sociales porque la pérdida de ingresos por los recortes será mayor que la que sufran los hombres; si solo trabajan en su casa porque la menor provisión de bienes públicos de atención y cuidado (guarderías, servicios de dependencia, etc.) les hará trabajar más horas ya que no se fomenta la corresponsabilidad y porque el aumento del paro masculino y el tener al marido en casa en lugar de quitarle problemas de conciliación se los aumenta (como han demostrado Lina Gálvez y Mauricio Matus en Impacto de la ley de Igualdad y la conciliación de la vida laboral, familiar y personal de las empresas andaluzas, Fundación de Estudios Sindicales 2010).

La patronal y la derecha más recalcitrante ha señalado en muchas ocasiones que las políticas de igualdad y en concreto las de igualdad entre mujeres y hombres son simplemente "guindas", lujos que ni siquiera en tiempos de expansión y vacas gordas nos podemos permitir. No solo demuestran así el carácter reaccionario, arcaico y patriarcal de su pensamiento. Con ello va también su ignorancia porque la experiencia nos está demostrando claramente que la mayor desigualdad y la discriminación entre los seres humanos han sido el freno más potente del progreso y la causa de las crisis y de las perturbaciones sistémicas que estamos viviendo.
Viernes, 13 de Enero de 2012.
Publicado en Sistema Digital el 13 de enero de 2012

Trabajadores pobres en España: los nuevos excluidos del siglo XXI

Trabajadores pobres en España: los nuevos excluidos del siglo XXI.

La exclusión social es un fenómeno antiguo. En todas las sociedades, cuando no han sido estrictamente hablando auténticas sociedades de exclusión en la que ésta estaba generalizada, ha habido una parte más o menos grande de la población que no ha participado del banquete al que todos las demás personas estaban invitadas.

Los excluidos son los que ni siquiera pueden decir que son los últimos o que disfrutan de poco, sencillamente porque no cuentan, porque ni siquiera son parte de algo, a veces, incluso formalmente hablando porque ni disponen de declaración legal alguna que los reconozca como personas.

Son, en muchas ocasiones, auténticos no seres , los que carecen hoy día de papeles o, mucho peor, los que a pesar de disponer de ellos no forman parte del abanico de relaciones sociales de todo tipo con las que los demás tejemos con mayor o menor fortuna nuestra vida personal y social.

Unas veces, los excluidos lo son porque carecen de los recursos materiales mínimos para garantizarse a sí mismos el acceso a la vida social y a los bienes de los que depende la satisfacción elemental sobre la que se hace posible la interrelación personal o grupal; otras, porque son enfermos completamente desatendidos o porque sufren discapacidades, o porque son perseguidos o literalmente dejados fuera de todo por su raza o por sus creencias o ideas de cualquier tipo.

En todos los casos, porque nada se hace para integrarlos o porque, si se hace, no se logra que se incluyan efectivamente en la vida social.



Desigualdad y exclusión en el capitalismo.

Ni siquiera las sociedades modernas más avanzadas han podido desterrar por completo este fenómeno y hoy día los excluidos, los que no solo carecen de todo sino que además están fuera de la posibilidad de acceder al reparto, son cientos de millones en todo el planeta.

¿Qué son, si no, los 854 millones de “personas hambrientas” que según la FAO hay en el mundo, los 45 millones de refugiados que van de un sitio a otro sin destino, los 300 o 400 millones de niños “invisibles”, en palabras de UNICEF, que no tienen “acceso adecuado a la educación, a las vacunas que pudieran salvarles la vida, o a los más mínimos programas de protección”, o qué son los casi 500 millones de personas de todo el mundo que la OIT calcula que no reciben más de un dólar diario de ingreso, o incluso los 1.300 millones que no llegan a los dos dólares?.

El capitalismo es un sistema económico intrínsecamente desigualador y, por tanto, generador de pobreza.

No puede ser de otra manera porque está basado en la universalización de las relaciones de mercado y éste es un simple mecanismo de intercambio que funciona a partir de la desigual dotación original de recursos con que los diferentes seres humanos lo hemos de utilizar para tratar de satisfacer nuestras necesidades.

Y al actuar sobre esa desigualdad inicial sin ninguna capacidad redistributiva, la reproduce e incluso produce otras desigualdades añadidas de mayor envergadura.

Sin embargo, lo cierto es que, con independencia de ese carácter desigualador, el capitalismo ha podido generar una notable inclusión social gracias a que este sistema económico puede convivir, en mayor o menor medida según la correlación de fuerzas sociales que haya en cada momento, con un factor que puede servir de contención de esas desigualdades: la presencia de normas y poderes públicos, exógenos al mercado, con capacidad para modificar la distribución de la renta originalmente surgida de las relaciones de intercambio que allí se llevan a cabo.

Gracias a ello ha habido épocas o países en los que se ha podido reducir la desigualdad incluso en niveles muy considerables, como puede ser el caso, hoy día, de algunas naciones del norte de Europa.

Por otro lado, en el capitalismo también hay un elemento que, a pesar de que es la expresión paradigmática de la asimetría social que lleva consigo, puede ser un importante factor de inclusión para los que inicialmente no tienen nada en la vida social.

Me refiero a la relación salarial que, por muy esclava que pueda ser, constituye al fin y al cabo un vínculo entre los trabajadores y el sistema social que ha permitido durante muchos años que la incorporación de los trabajadores en el mercado de trabajo haya sido una garantía bastante efectiva para evitar su exclusión de la vida social.

De hecho, ha sido fuera de la relación salarial donde tradicionalmente se ha producido el gran vacío.

Quienes no disponían de salario eran los que principalmente corrían el riesgo de quedar marginados y excluidos porque, como decía la economista británica Joan Robinson, en el capitalismo hay algo peor aún que ser explotado por un capitalista: no ser explotado por nadie.

El empleo de grandes masas de trabajadores a cambio del salario ha sido, efectivamente, un poderoso mecanismo de inclusión en el capitalismo.

Facilitada por una mínima formación previa (que ya de por sí proporcionaba recursos humanos que hacían posible la movilidad y la participación en la vida social), la incorporación a los mercados de trabajo abría sin mucha dificultad las puertas al disfrute de un salario que permitía acceder a otros bienes como la vivienda, o disponer de ingresos suficientes para crear la familia que a su vez servía de puente hacia la integración y la socialización que procuraban estabilidad personal y colectiva y bienestar, más o menos amplio pero siempre dentro del conjunto de las redes sociales.

Así fue ocurriendo en la etapa del Estado del Bienestar, en los “años gloriosos” del capitalismo en los que la coincidencia de factores muy diversos propició un alto ritmo de crecimiento económico, pleno empleo, salarios suficientes y una amplia presencia del sector público en las economías que, entre otras cosas, servía para proporcionar bienes públicos como la educación, la salud o la protección social, presente o diferida a través de las pensiones, a millones de trabajadores.

Suele calificarse a este estado de cosas como el régimen fordista de producción y consumo porque combinaba una pauta productiva orientada a la producción en masa con otra de consumo generalizado que era posible gracias a un régimen salarial generoso, soportado en las continuas ganancias de productividad que se podían alcanzar aplicando la tecnología intensivista del capitalismo industrial.

Es verdad que ni siquiera bajo el Estado de Bienestar se logró que las desigualdades sociales desaparecieran (como es inevitable que ocurra en las economías de mercado) o que dejaran de existir franjas de población marginada, pero también es cierto que, bajo ese régimen de salarios suficientes para hacer posible el consumo de masas, el mercado de trabajo actuó como un potente mecanismo de inclusión; y que ello, unido a la amplia presencia del sector público, permitía lograr resultados relativamente positivos en materia de lucha contra la exclusión social, naturalmente diversos en función del propio alcance del Estado de Bienestar, del nivel salarial y de empleo, y del gasto público social.

El final de los “años gloriosos”: el neoliberalismo

Hoy día, sin embargo, esta situación está cambiando. Por un lado, el capitalismo de nuestra época ha mostrado una paradoja que ya había puesto sobre la mesa hace años el economista polaco Michael Kalecki. Aunque se trata de un sistema que se soporta y se nutre de la generación del beneficio, que será tanto más elevado cuanto mayor y más extendido sea el vínculo salarial, resulta que por razones políticas relativas a la correlación de fuerzas entre empresarios y trabajadores no siempre está interesado en lograr la máxima creación posible de empleo.

Cuando se produjo la crisis económica y social de los años sesenta y setenta, los diferentes grupos sociales respondieron tratando de alcanzar soluciones próximas a sus respectivos intereses.

El conflicto produjo un gran desorden económico. La tensión social provocó grandes subidas de precios; la saturación de los mercados y la disminución de la demanda hacía que la producción no se vendiese; la tecnología orientada a la producción en masa resultaba entonces inadecuada; el endeudamiento generalizado provocaba crisis financieras...

Todo ello, unido a las continuas reivindicaciones laborales de los trabajadores, mermaba el beneficio empresarial y eso incentivó la búsqueda de soluciones drásticas que culminaron con la puesta en marcha del proyecto neoliberal.

Un proyecto económico, político e ideológico que comenzó a experimentarse en países de la periferia mediante gobiernos dictatoriales permanentemente asesorados por los economistas de las universidades norteamericanas más conservadoras y liberales y que poco a poco fue generalizándose a todos los países del orbe.

La respuesta neoliberal no fue sino la que buscaban las grandes corporaciones industriales y financieras para recuperar el beneficio y, en general, su posición de privilegio, y para ello se llevó a cabo en torno a tres grandes y complementarias estrategias.

La primera fue una gran reconversión tecnológica orientada a incorporar las nuevas tecnologías de la información que hicieran posible producir nuevos productos y de una manera más flexible y menos costosa, sobre todo, en cuanto al trabajo.

De esa manera se abrirían nuevos mercados y se podría producir con mayor libertad y con menores costes.

La segunda estrategia consistió en un cambio radical de la regulación de la actividad económica, modificando las normas, los marcos de actuación y la política económica en particular, sobre todo, con el fin de proporcionar la mayor libertad posible a los capitales.

Así, se liberalizaron los mercados y el conjunto de la actividad económica eliminando todo tipo de restricciones para la búsqueda de la rentabilidad, se impusieron nuevas normas laborales y se reorientó la intervención del Estado disminuyendo su alcance sobre el bienestar social y destinando sus recursos preferentemente hacia el mercado.

Finalmente, el neoliberalismo se basó en una potente estrategia de modificación de los valores sociales, de las fuentes de legitimación social, de las formas de socialización y de los impulsos éticos de la vida social y económica.

En ese contexto y entre los cambios más relevantes que se produjeron en el ámbito de la política económica hay que destacar uno principal para poder explicar lo que viene pasando en las relaciones laborales de los últimos años y por qué los mercados de trabajo se han convertido en fuentes de empobrecimiento e incluso de exclusión social.

Me refiero a que con el neoliberalismo se estableció que la inflación era el principal problema económico y que, por tanto, la política económica debía centrarse preferentemente en conseguir la estabilidad de los precios y no en combatir el paro, la desigualdad o los demás desequilibrios económicos que hasta ese momento se habían venido considerando como los problemas que, conjuntamente, debía abordar.

Al mismo tiempo que se establecía este nuevo principio de actuación, los economistas y políticos ortodoxos y neoliberales señalaban que la subida de precios que ahora había que combatir con prioridad se debía a dos factores principales: la excesiva circulación de dinero y la presión que las demandas salariales realizan sobre los costes de las empresas que obligaban a subir los precios.

En consecuencia, para hacer frente a esas dos causas de la inflación proponían dos tipos de medidas.

Por un lado, subir los tipos de interés, es decir, el precio del dinero.

De esta forma (al encarecerlos) se conseguiría que circularan menos recursos medios de pago y, además, que los poseedores de dinero estuvieran más interesados en ahorrarlos (puesto que el ahorro será mejor retribuido al subir los tipos de interés) y, por tanto, que consumieran menos.

Así se produciría una disminución del dinero en circulación que, según la hipótesis de partida, contribuirá a que bajaran los precios.

Por otro lado, al controlar los salarios las empresas no tendrán la presión sobre los costes y no se verían obligadas a trasladar esa subida de salarios a los precios.

Salarios y beneficios en el neoliberalismo .

La formulación anterior es muy simple y fácilmente aplicable, siempre que se disponga de suficiente legitimación y poder político, como el que tuvieron inicialmente y por razones distintas los primeros gobiernos dictatoriales y los de Margaret Thatcher o Ronald Reagan y ya más tarde todos los que siguieron su estela neoliberal.

E igualmente fueron inmediatas y fácilmente previsibles sus consecuencias sobre el conjunto de la economía y el bienestar social .

Una de ellas tiene que ver con la distribución de la renta: cuando se elevan los tipos de interés los poseedores de dinero (y sobre todo los bancos) reciben más renta y cuando se controlan los salarios es el excedente empresarial el que aumenta.

Por tanto, al dar preeminencia de esta forma a la lucha contra la inflación lo que se hacía no era sino aumentar las ganancias de los más poderosos y privilegiados.

Otra consecuencia afectaría al volumen general de actividad económica y al empleo.

Cuando los tipos de interés se elevan, se encarece el acceso al crédito.

Los bancos y los ahorradores ganarán más pero los empresarios que necesitan dinero ajeno para financiar sus empresas, para mantener el empleo y la inversión, tendrán que soportar costes financieros más elevados y eso les llevará en muchos casos a disminuir su actividad. Además, los consumidores que ven cómo sus rentas salariales pierden poder adquisitivo y que se encarecen los posibles créditos al consumo que pudieran tener a su disposición, reducen sus compras de bienes y servicios.

Es posible que entonces, cuando disminuyan las ventas, que los precios bajen o, al menos, que se frene su subida pero habrá sido a costa de una menor actividad económica y, sobre todo, de menor empleo.

Pero aquí surge entonces la paradoja de Kalecki: cuando el desempleo es elevado y mayor el riesgo de que los trabajadores que se enfrentan a la patronal pierdan su trabajo, es mucho más fácil que las empresas venzan a los trabajadores a la hora de negociar las condiciones laborales y salariales y, en suma, que puedan aumentar los beneficios a su costa.

Así que tales políticas fueron las que, generando desempleo, crearon las condiciones para que se modificaran las condiciones en que se desenvolvían las relaciones laborales hasta entonces. En lugar de tratar de crear actividad y empleo, como decían los responsables políticos en sus declaraciones retóricas, buscaban todo lo contrario.

Así lo han reconocido no solo los economistas teóricos sino incluso los propios gobernantes, como el español Carlos Solchaga, que fue Ministro de Economía y Hacienda en los años noventa: "El conjunto de actitudes que hacen del paro un tema prácticamente intratable en España -y de muy difícil trato en Europa-, sin embargo, no es el resultado de un capricho del azar o de una trágica resignación ante un destino inexorable, sino el resultado de un cálculo -no siempre consciente por parte de todos los implicados- que demuestra que la reducción del desempleo, lejos de ser una estrategia de la que todos saldrían beneficiados, es una decisión que si se llevara a efecto podría acarrear perjuicios a muchos grupos de intereses y a algunos grupos de opinión pública".

Puede decirse, pues, que el efecto real de la política económica de los últimos años ha sido la producción deliberada del desempleo como medio para crear las condiciones que permitieran la implantación de un marco de relaciones laborales más favorable a las empresa y al capital.

Y eso es lo que ha dado pie a un doble fenómeno: el empobrecimiento no solo de los trabajadores desempleados, muchos de los cuales han quedado auténticamente marginados y excluidos de la vida social, sino también el de muchos de los empleados, como consecuencia de las peores condiciones en que se resuelve ahora la prestación del trabajo (8).

El empobrecimiento de los trabajadores empleados en la práctica totalidad de los países se manifiesta en la pérdida de peso de los salarios en la distribución de la renta e incluso en la disminución de los salarios reales.

Así, en el conjunto de la zona euro la participación de los salarios en el conjunto de las rentas se ha reducido un 13% desde 1980 y han alcanzado su nivel más bajo desde 1970.

En Japón, la disminución ha sido de 25% en los últimos 30 años y del 7% en Estados Unidos, según las estimaciones de la OCDE.

La Contabilidad Nacional de España indica que solo de 1996 a 2006 la participación de los salarios en el conjunto del PIB (Producto Interior Bruto, que mide el conjunto de la actividad económica en el interior) ha bajado del 50,61% al 46,4% (también su mínimo histórico), y eso que en el último año había cuatro millones de trabajadores más.

Una prueba manifiesta del desigual efecto de estas políticas neoliberales es que, según la OCDE, en el periodo 1995-2005 las empresas españolas aumentaron sus beneficios un 73%, mientras que los costes laborales en España lo hicieron un 3,7%.

La contundencia de este proceso de empobrecimiento de los salarios se manifiesta de modo aún más palpable en nuestro país, en realidad como en mucho otros, en donde no solo se ha reducido la participación de los salarios en el conjunto de las rentas sino que han perdido poder adquisitivo, pues en términos reales se han reducido en un 4% desde 1995 a 2005, según el mismo informe de la OCDE.

El otro fenómeno mencionado, la aparición de una verdadera legión de desempleados empobrecidos, es una inevitable consecuencia del incremento del paro, si bien es verdad que éste último no tiene por qué desembocar inevitablemente en situaciones de exclusión.

Efectivamente, el salario suele ser la fuente principal de ingresos de los trabajadores y de sus familias: en torno al 70% del total de las rentas de los trabajadores suelen provenir del salario en la Unión Europea y un 79% en España, mientras que el resto proviene de diferentes tipos de prestaciones sociales.

Pero el desempleo puede ir acompañado de ingresos por parte de otros miembros de la familia y, sobre todo, de subsidios públicos, provisión de bienes públicos o de redes de protección social que pueden evitar que la pérdida de trabajo aboque sin remedio en la exclusión social.

Eso significa, por tanto, que si el mercado de trabajo falla y se crea desempleo, aún se puede levantar un muro potente y bastante efectivo contra la exclusión si se dispone de recursos y políticas públicas potentes, de redes sociales y de vínculos de solidaridad o protección personal y colectiva suficientemente efectivos.

Pero en general puede decirse que el muro de contención frente a la exclusión que representan las políticas públicas y los recursos colectivos se ha debilitado en los últimos años como consecuencia de la crisis del Estado del Bienestar, de la disminución del gasto social y del predominio de las ideas liberales que tienden a negar el efecto positivo de la protección social.

En España, por ejemplo, el porcentaje del PIB que el Estado destinó al gasto social (la educación, la sanidad, las prestaciones asistenciales, la atención a la dependencia, guarderías, políticas de familia...) que es el que en mayor medida evita la exclusión social, sobre todo de quienes no tienen ingresos del trabajo, descendió del 28,7% al 25,2%.

Exclusión social en el mercado de trabajo

Pero, en cualquier caso, el fenómeno que comienza a darse con gran extensión en nuestros días y al que quiero referirme con más detalle en este texto es el que se produce en el seno mismo del mercado de trabajo y que hace que éste, en lugar de ser el mecanismo eficaz contra la exclusión social de épocas anteriores, pase a convertirse en una de sus fuentes más directas.

Este fenómeno es el que se traduce en la aparición de lo que en la literatura se suele conocer como “trabajadores pobres”, “trabajadores atípicos”, “empleo basura”, “trabajadores de baja renta” o “empleo de bajos salarios” y que en términos generales se refiere a un hecho crucial: la participación en los mercados de trabajo, el empleo, no garantiza condiciones que permitan la plena inclusión de los trabajadores en la vida social sino que contribuye, por el contrario, no solo a su empobrecimiento efectivo en términos monetarios sino, en muchas ocasiones, a su completa exclusión de las relaciones sociales cuando se produce en determinadas circunstancias coadyuvantes.

Se trata de un proceso de empobrecimiento tan profundo y extendido que algunos investigadores como Rafael Muñoz del Bustillo afirman que “cuando se estudian las estadísticas de pobreza, probablemente uno de los datos más sorprendentes es el alto volumen de trabajadores ocupados que forman parte del colectivo de población pobre”.

Siguiendo los datos que proporciona el Panel de Hogares de la Unión Europea, este autor señala que en el conjunto de la Unión el 35% de los hogares pobres correspondía a hogares en los que la persona de referencia estaba trabajando.

Un porcentaje que era superior al 50% en Portugal y por encima del 40% en los países mediterráneos ya a mitad de los años 90, cuando en Estados Unidos era del 52%.

Otros trabajos empíricos han puesto también de manifiesto en España, como en otros lugares del mundo, que “el trabajo no protege contra la pobreza, ni siquiera lo que se ha dado en llamar el trabajo a tiempo completo a lo largo de todo el año”(...) “tener un empleo de bajo salario ‘toda la vida’ no permitirá, en ocasiones, más que pertenecer en la pobreza toda la vida” (17).

Este fenómeno implica, por lo tanto, que el desempleo, a diferencia de lo que había venido sucediendo, ya no es el principal desencadenante de la pobreza y la exclusión que puede llegar a afectar a los trabajadores sino que hay que comenzar a buscar el origen de éstas en el propio mercado de trabajo, tal y como también ha sido reconocido de manera palmaria por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cuando en uno de sus informes señalaba que “muchos hogares pobres se caracterizan por salarios bajos y empleo precario más que por una exclusión permanente del mercado de trabajo” (18).

Verdaderamente, se trata de una situación que no debería resultar extraña si se tiene en cuenta que, como apunté más arriba, prácticamente la mitad de la población laboral del planeta, 1.300 millones de trabajadores, ganan menos de 2 dólares diarios, un ingreso a todas luces insuficiente para que el empleo que los proporciona pueda llevar consigo algo más que pobreza y exclusión cuando además faltan recursos públicos de ayuda, redes de apoyo o fuentes de ingresos familiares complementarios .

Los nuevos mercados de trabajo: trabajadores pobres.

Como he mencionado antes, la aplicación de las políticas económicas neoliberales es causa y a su vez consecuencia de la aparición de un nuevo marco de relaciones económicas y también de un equilibrio de poder diferente en la sociedad.

Gracias al desempleo generalizado, a la dificultad creciente para encontrar medios de subsistencia, al endeudamiento que obliga a pensar solamente en salir adelante o al temor a perder el puesto de trabajo, se ha debilitado extraordinariamente el poder de las clases trabajadoras a la hora de negociar sus condiciones laborales.

Y gracias a ello se han podido ir imponiendo sucesivas reformas en el marco institucional y normativo orientadas a facilitar la obtención del beneficio empresarial y a seguir debilitando la capacidad de respuesta de los trabajadores.

Así, se han flexibilizado hasta límites insospechados las condiciones de contratación, hasta el punto de que hoy día las empresas pueden contratar por horas para evitar contratos indefinidos, generando una dependencia y sumisión nunca vistas en los mercados de trabajo.

En España se suscriben cada año alrededor de 17 millones de contratos temporales, lo que da una idea de la enorme rotación que se produce y de la constante incertidumbre y precariedad que lleva consigo la incorporación al empleo para millones de trabajadores.

Gracias a la desaparición de las barreras económicas, políticas y tecnológicas al comercio y a las condiciones establecidas por los grandes organismos internacionales, se ha permitido que las empresas se deslocalicen constantemente, yéndose allí donde encuentran mejores condiciones fiscales y, sobre todo, salarios más bajos, de modo que se ha generado en todo el planeta una especie de carrera a la baja que no puede llevar tras de sí sino empobrecimiento, por un lado, y beneficios empresariales nunca alcanzados, por otro.

Aunque puedan parecer datos anecdóticos no está de más tener en cuenta, por ejemplo, que un trabajador de una fábrica china proveedora de Nike tendría que trabajar 4.500 años con su sueldo actual para ganar tanto como ganó en 2006 el director de la multinacional, Mark Parker.

O que un par de zapatillas Adidas fabricadas en China viene a costar en nuestras tiendas el sueldo mensual del trabajador que las ha confeccionado, la mayoría de las veces mujeres inmigrantes que duermen hacinadas en la misma habitación y a las que, como pasa en muchas maquilas, les proporcionan una especie de pañales para que ni siquiera pierdan tiempo en ir al servicio mientras las fabrican.

Paralelamente, y como efecto también del empobrecimiento de los países de las periferias, se ha abierto la espita de la inmigración creándose así un auténtico ejército de reserva laboral que ha coadyuvado a reducir los salarios en los mercados y a desarrollar un amplio sector servicios de baja productividad basado en la mano de obra barata.

Por otro lado, la generalización estratégicamente programada de valores contrarios a todo lo colectivo, la creación de infraestructuras sociales que dificultan el encuentro y producen soledad y aislamiento, la multiplicación de la incertidumbre y el riesgo, y el fomento del individualismo han consagrado el ensimismamiento y los comportamientos que aíslan a unos seres de los otros lo cual, entre otras cosas, ha debilitado a las organizaciones de defensa de los trabajadores que han de enfrentarse cada vez más solos al creciente poder de la patronal.

Un fenómeno a su vez alimentado por la conversión de los sindicatos en auténticas oficinas de intereses o, en el mejor de los casos, de prestación de servicios y muy burocratizadas.

Y finalmente, incluso se ha procedido a modificar continuamente los propios registros estadísticos referidos al mercado de trabajo para ocultar la verdadera naturaleza del empleo de nuestra época.

Así, en las encuestas oficiales en Europa se considera hoy día que un empleado es la persona que en la semana anterior a su realización prestó algún tipo de servicio laboral al menos durante una hora y a cambio no solo de un salario monetario sino de un simple pago en especie.

Es decir, que si encargamos a una persona mayor de 16 años que lave nuestro automóvil a cambio de una entrada de cine y tarda más de una hora en hacerlo se considera que hemos creado un nuevo puesto de trabajo, que servirá para que las encuestas establezcan que las tasas de paro actuales son las más bajas de los últimos decenios.

La consecuencia de todo ello es la aparición de una auténtica legión de trabajadores pobres, de empleo precario, temporal o de bajísimo salario, que muy difícilmente pueden hacer frente a la satisfacción de sus necesidades más elementales y que además han de mantenerse constantemente temerosos de perderlo.

Según las estadísticas de la Agencia Tributaria, en España había 10,7 millones de trabajadores en 2006 ganando menos de dos veces el salario mínimo interprofesional, es decir, unos mil euros.

Son los llamados “mileuristas” que suponen el 56,42% de la clase trabajadora de nuestro país. Y por debajo de ellos todavía había otros 5,46 millones de trabajadores (28,63% del total) que recibían una retribución menor al salario mínimo.

Si a ellos se le añaden 7 millones de pensionistas que reciben menos de los mil euros y 1,4 millones de parados con subsidio inferior a esa cantidad, resultará que en nuestro país hay prácticamente 19 millones de personas, entre las que se pueden considerar que tienen ingresos vinculadas directa o indirectamente con el mercado laboral, con ingresos menores a mil euros mensuales.

Y en cualquier caso, hay que tener en cuenta además que dentro de esos grupos la situación es bastante peor cuando se trata de inmigrantes (que pueden llegar a tener salarios medios un 40% más bajos, mujeres (un 30% ) o jóvenes.

La situación de estos últimos es especialmente precaria. Un estudio reciente de la Agencia Nacional de Evaluación de Calidad y Acreditación (Aneca) estima que su salario medio es de 1.414 euros mensuales después de cinco años de trabajo y que el 45% de sus contratos es temporal.

Y otro informe de Caixa de Catalunya señala que alrededor del 40% de los que tienen entre 26 y 35 años viven todavía con sus padres, calculando que si tuvieran que afrontar gastos de compra de vivienda o alquiler la tasa de pobreza en ese margen de edad sería del 57%.

Y si tuvieran la osadía de formar una pareja y tener un hijo en un hogar en donde uno solo de los miembros tuviese ingresos, dicha tasa subiría al 81%. Parece claro, por tanto, que las políticas de apoyo a la familia deberían empezar combatiendo las políticas neoliberales que generan unas condiciones como estas que impiden que se llegue a formar la familia.

Una parte principal de los trabajadores empobrecidos en el mercado de trabajo español lo constituyen los que perciben un salario reducido.

Son los llamados “trabajadores de baja remuneración”, que se reconocen como tales cuando perciben menos de los dos tercios del ingreso mediano correspondiente al conjunto de todos los trabajadores.

Obviamente, estos no son todos los trabajadores pobres porque pueden disfrutar de otros ingresos, ni tampoco son los excluidos porque además pueden disponer de otros recursos de inclusión.

Incluso cuando se trata de obtener su perfil estadístico se suelen dejar fuera a los que, estando por debajo de dicho nivel de ingresos, han trabajado menos de cuatro meses al año o a los que pasan la mayor parte desempleados.

Como señala Javier Ramos-Díaz, el problema de trabajadores que trabajen menos de cuatro meses no sería de baja remuneración sino “más bien de desempleo o inactividad”.

Este autor ha analizado el perfil de estos trabajadores y de él se pueden deducir que en España el trabajo de baja remuneración se da principalmente.

- entre los jóvenes: el 40,3% de los trabajadores de baja remuneración españoles tienen entre 15 y 30 años, el 39,93% entre 31 y 47 y el 20,92% entre 46 y 65 años.

- entre las mujeres, que no solo tienen una mayor probabilidad que los hombres de tener este tipo de empleo sino también de permanecer más tiempo en él. Así, aunque las mujeres solo representan el 38,92% del total de la fuerza laboral son el 52,15 del conjunto de trabajadores de baja remuneración.

- entre los que solo disponen de estudios elementales: el 63,94% de estos trabajadores tienen solo estudios elementales, el 18,94% medios y el 17,12% superiores.

- entre los que trabajan en pequeñas empresas: el 75,24% se encuentra en empresas de menos de veinte empleados y el 53,1% en las que disponen de uno a cuatro.

- entre los que trabajan en el sector privado, en donde se encuentra el 95,21% de los trabajadores de baja remuneración.

Finalmente, es importante considerar que uno de cada cinco de estos trabajadores (21,15%) vive en hogares que disponen de ingresos que están por debajo del umbral de pobreza, que el 23,44% de los hogares españoles tendrían en su seno algún trabajador de baja remuneración, un 6,22% de los hogares tendría a todos sus miembros en esta última situación y que el 13,14% serían hogares unipersonales con baja remuneración.



¿Dónde lleva el continuo empobrecimiento de los trabajadores? Es inevitable?.

Para finalizar esta breve exposición de los orígenes y principales manifestaciones del empobrecimiento del empleo y de los trabajadores conviene preguntarse sobre sus efectos sobre la economía y el bienestar humano.

En mi opinión, antes que nada se trata de un proceso que conlleva sufrimiento, frustración y daños personales de todo tipo.

Los seres humanos hemos de recurrir a la prestación de servicios laborales a terceros para satisfacer las necesidades propias y del conjunto de la sociedad, y de las relaciones que establecemos a partir de ahí nacen en gran medida las redes que nos permiten no solo sobrevivir materialmente sino enriquecernos moralmente.

Por eso, la explotación en el trabajo, la inseguridad extrema, el riesgo inherente a una vida en continua expectativa, las condiciones peligrosas o deleznables impuestas cuando los empleadores pueden desobedecer tranquilamente las normas laborales crean seres humanos insatisfechos, rotos, incapaces de responder a otras inquietudes que no sean las destinadas a procurarse, sea como sea, su propia supervivencia.

La explotación laboral generalizada, legalizada y reconocida como natural en nuestra época, por muy sutiles que sean los términos en que se produzca en virtud de las leyes del mercado, es la negación misma del progreso del que tan a menudo se ufana nuestra civilización, la ilegítima creación en vida de un infierno cruel y debería ser hoy día combatida con toda radicalidad.

Las condiciones laborales en que hoy día trabajan miles de millones de personas en el planeta son verdaderamente infaustas y criminales. La esclavitud ha renacido en nuestro mundo porque esclavo es el ser humano que ha de trabajar sin descanso, desarraigado, sin retribución suficiente, hacinado, desde los primeros días de su infancia o, como sin ir más lejos le sucede a los tres trabajadores de media que cada día mueren en España en accidentes laborales, expuestos a dejar su vida mientras trabajan para otros y en aras de su beneficio.

Y todo ello mientras que las grandes empresas consiguen ganancias nunca registradas y sus directivos cobran sueldos jamás alcanzados, hasta el punto de que organismos tan conservadores como los de la Unión Europea advierten que hasta pueden suponer un riesgo para la actividad económica o que el actual reparto entre salarios y beneficios en Europa es “injusto e insostenible”.

Como he señalado, los enfoques teóricos liberales tratan de justificar la continua restricción salarial que está en el origen del empobrecimiento de los trabajadores, afirmando que solo de esa manera se puede combatir la inflación y que, además, es la única forma de aumentar el empleo.

La realidad, sin embargo, muestra más bien lo contrario. Las políticas neoliberales no contienen por sí mismas las subidas de precios porque estas se producen en gran medida como resultado del poder desigual de los sujetos económicos en las relaciones de intercambio.

Se producen alzas de precios cuando las empresa pueden violar las leyes de la competencia, lo que tiende a ocurrir constantemente porque de esa forma encuentran condiciones más favorables para obtener beneficios extraordinarios.

Y los datos muestran igualmente que la consecución de altos beneficios no lleva consigo más empleo, sino al contrario, que el desempleo es lo que ha creado las condiciones para que se consigan.

El caso en nuestro país del Banco de Santander, actualmente uno de los más rentables del mundo, resulta bien expresivo: de 1999 a 2006 obtuvo 26.000 millones de euros de beneficios y, sin embargo, redujo su plantilla en 12.000 empleos.

Los economistas liberales tienden a considerar que los salarios son solamente un coste y así justifican su contención para mantener las ganancias que consideran fundamentales para que la economía mantenga su ritmo de crecimiento.

Pero, con independencia de que olvidan que puede haber otros incentivos o mecanismos para hacer que las economías funcionen incluso a mejor ritmo, de esta forma soslayan que también, y sobre todo, son un componente de la demanda que es necesaria para que haya ventas y, al mismo tiempo, un determinante fundamental de la productividad, que es un requisito básico para el desarrollo tecnológico.

De modo que la tónica de general empobrecimiento solo puede traer consigo, como de hecho está sucediendo en el conjunto de las economías, menores ritmos de crecimiento, menos producción e incluso, a la larga, menos beneficios para las propias empresas que se enfrentan ante mercados constreñidos por la carencia de ingresos para el consumo.

Lo cual, a su vez es lo que está provocando el endeudamiento exacerbado que tanto coadyuva a que se produzcan las recurrentes crisis financieras de nuestra época.

En consecuencia, valdría la pena modificar esta dinámica perversa en la que se vienen desenvolviendo las relaciones laborales solo por puras razones de sostenibilidad de los mercados.

Aunque desde luego no solo por eso. El empobrecimiento de los trabajadores, por no hablar de los que ni siquiera están empleados en alguna actividad laboral, pone sobre el tapete la necesidad de concebir y organizar las relaciones económicas de otra forma y la obligación moral de no renunciar a pensar que los seres humanos podemos seguir siéndolo y hacer frente a la necesidad a partir de incentivos y principios distintos al afán de lucro.

Porque nos quieren hacer creer este afán resulta consustancial a nuestra condición humana cuando en realidad es la primea causa de nuestra deshumanización.

Fuente: Juan Torres López.

Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.

El control de China sobre los "rare earths", sigue siendo "estrategico"?

China y las "rare earths".

De los metales y las fuerzas del mercado.

¿Está control de China sobre los minerales esenciales aflojando?.

Todo lo que reluce no es el gadolinio.

NOTA al MARGEN: El gadolinio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es Gd y su número atómico es 64.

Puesto que la temperatura de Curie del gadolinio es 292 K (18,85 °C) su magnetismo dependerá de la temperatura ambiente. Por encima de dicha temperatura será paramagnético, y ferromagnético por debajo.

El gadolinio posee un efecto magneto-calórico, éste es mucho más poderoso en la aleación Gd5(Si2Ge2). Por este motivo es utilizado en la refrigeración magnética a nivel industrial y científico; sin embargo, su alto coste y la necesidad de usar arsénico en el proceso lo inhabilitan para la refrigeración doméstica. También tiene usos médicos como contraste en la resonancia magnética nuclear.



Aún así, ese mineral y sus 16 "rare earths" primas-se encuentra en todo, desde baterías para los convertidores catalíticos- deben ayudar a que el mundo moderno, de la vuelta.
Y, como los fabricantes mundiales de estos productos han recordado sus producciones recientemente, China tiene un estrangulamiento en su producción.

Control de China sobre "rare earths" , fueron los primeros titulares en el 2010, cuando de repente se cortó las exportaciones a Japón.

Aunque es cierto que anteriormente había estado apretando el mercado durante años.
En el año 2000 se exportaron unas 47.000 toneladas del mineral; aunque en el año 2010 se exportó sólo 30.000 toneladas.

Esta disminución parece ser el resultado de impuestos a la exportación y las cuotas injustas.
Las potencias occidentales han amenazado con llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Esta semana parecía que se generaría un impulso cuando dicho organismo dictaminó en contra de China en un caso relacionado.
El 30 de enero un órgano de apelación de la OMC dictaminó que las políticas de China para restringir las exportaciones de varios metales, como la bauxita y el magnesio, habían violado sus obligaciones en la OMC.
Los funcionarios estadounidenses y europeos aplaudieron, argumentando que las tierras raras de China la política de ahora también tiene que ser desechada.
Algunos expertos dicen que China podría incluso adelantarse a posibles acciones legales con un acuerdo para dejar de lado sus cuotas.

Esta celebración puede ser prematura.

Por un lado, los líderes chinos han adoptado una línea dura sobre el comercio en los últimos tiempos, mediante la imposición de aranceles en carnes frescas de aves de corral importadas y vehículos utilitarios deportivos.
En los circuitos de decisión de esta semana un funcionario chino declaró desafiante que "estamos preparados" para luchar contra cualquier reto de "rare earths".
Gary Hufbauer, del Instituto Peterson de Economía Internacional está convencida de que las políticas de China se suman a "una restricción encubierta al comercio internacional", pero advierte de que cualquier caso de las tierras raras será más difícil de ganar en cuanto al resultado de la Sentencia de esta semana.
Eso se debería a que hay un argumento ambiental más fuerte para restringir el suministro de "rare earths", ya que la extracción de éstas se generan productos químicos tóxicos de difícil eliminación.

China también tiene otros medios de mantener el control del mercado, además de las cuotas de exportación.
Tiene una fuerte capacidad de refinado de las "rare earths", mientras que la mayoría de los países ricos no, por lo que puede ejercer el control “aguas abajo”.
Los precios de las "rare earths" no son propensos a seguir de forma “acelerada”, incluso los consejos de la OMC contra China, porque los chinos han obligado a la industria a consolidarse.
Había hace algunos años muchos puestos de trabajo en esta minería extractiva, pero el país ha cerrado docenas de explotaciones en Mongolia Interior y en otros lugares.

En este aspecto tomo la visión a “largo plazo”; sin embargo, y a pesar de lo anterior, las políticas de China parecen destinadas al fracaso.
A pesar de que el país produce más del 90% de los minerales de "rare earths" hoy en día, controla menos de la mitad de la base mundial de éstos recursos.

Las condiciones de Oferta restringida y precios más altos ya han estimulado el desarrollo de grandes minas en Australia y en Estados Unidos, donde una mina californiana llamada “Paso de montaña” volvió a abrir a finales del año pasado.

Con el tiempo, este nuevo suministro arrebatará el poder de mercado a China.
Esto nos hace pensar que las "rare earths" chinas, simplemente, no son lo suficientemente “escasas”.

Fuente: The Economist. Feb 4th 2012.