12/3/12

Opinión de un gobierno, que dice, que sabe cómo llevarlos a la salida de la crisis; pero sólo guarda para el.

Cuando el 20N, se nos convocó a elecciones generales; una mayoría de ciudadanos con derecho a voto que conviven conmigo en este país que venimos en llamar, España. Tomaron la decisión de otorgar su confianza a un gobierno encabezado por D. Mariano Rajoy, a la sazón, líder del Partido Popular.

Como es bien sabido por quien haya tenido la osadía -que agradezco -, de seguirme en alguno de mis anteriores artículos. Es sabido -digo -que dicha opción política no fue votada por mi. Cuestión que no tiene la menor relevancia, puesto que con los actuales pactos vigentes -democracia -, les otorgó total legitimidad para gobernar.

Dicho lo anterior, se entiende que cuando se convoca al pueblo a elecciones generales se le está pidiendo un -aval -, en base a una propuesta que venimos en llamar -programa electoral -.

Si bien en este caso, seguramente debido, a la crisis de nueva estopa que nos viene masacrando desde hace varios años. Todo el mundo convino, que en la mayoría conseguida por el Partido Popular, había más, de desesperación que de ideología.

Es de suponer, que cuando un grupo de políticos accede al poder, tiene asesores especializados, que pagamos -y bien -, todos los ciudadanos. Con la obligación de explicar lo que el resultado de las urnas quiso decir -entre líneas -.

Hasta ahora, desde el minuto cero -post resultado electoral -, los gobernantes “ in pectore” nos vinieron; simplemente y de forma reiterada a decir lo que ya sabíamos. Estamos en una situación difícil.

A partir de aquí y teniendo en cuenta que al gobernante se le ha elegido para gobernar. Se podría esperar que entendiera que el poder le viene de una mayoría de -ciudadanos -, cuyos intereses debe defender y/o en caso contrario; simplemente volverse a su casa.

Se nos instruyó mediáticamente acerca de las diferentes, profundas, agresivas y alargadas en el tiempo, reformas estructurales a las que nuestro sistema se vería sometido, dado que al parecer estábamos -out -en el nuevo escenario de globalización financiera mundial.

Se realizó una subida de impuestos, que fundamentalmente gravó a las clases medias -bajas. Es decir, como siempre.

Se realizó una reforma laboral, que viene a pretender destruir todo el entramado de derechos laborales que los trabajadores, a riesgo de innumerables reivindicaciones, han ido consiguiendo a lo largo del siglo XX -XXI. Es decir, como siempre.

Se realizó una teórica -reforma financiera -por medio de la cual y, después de que por varias ocasiones la maltrecha economía nacional haya tenido que salir en auxilio de este sector, del que mediáticamente, nos intentan convencer que resulta -estratégico -, para la supervivencia de nuestra sociedad.

Después, de la apertura de la -barra libre -del Banco Central europeo, a las propias entidades bancarias, con el objeto de que especulen con nuestros gobiernos -es decir, con los ciudadanos -y nos esquilman con el diferencial de intereses que el Estado debe -vender -la deuda país.

Después de que; cada día y con ayuda de los poderes judiciales -policiales nos lancen a la calle a más de 300 familias. Vía desahucio, en aplicación de la nefasta ley hipotecaria.

Después de que, una vez desahuciados nos conviertan de forma automática, en excluidos sociales, molestos para la sociedad, ya que solamente requerimos -necesitamos de la aplicación de los servicios sociales, que durante toda nuestra vida se supone estábamos creando, para situaciones de este tipo.

Después de todo esto, sólo seguimos escuchando del gobierno que; durante el año 2012, nuestro nivel de paro seguirá aumentando. Nuestros derechos laborales seguirán disminuyendo. Nuestra cobertura de desempleo -previamente por el trabajador -seguirá acortándose. Nuestras prestaciones sanitarias -educativas -dependencia, tendremos que volver a pagarlas; todo lo anterior sin tener ingresos ni acceso al crédito bancario que permita dotarnos de una mínima liquidez.

Si todo lo anterior, es lo que no nos propusieron en el obligatorio -programa electoral -del Partido Popular. Si ésta es la única alternativa que teníamos, dada la debacle del PSOE.

Si por fin, el gobierno, con mayoría absoluta recién estrenada, no tiene nada más que aportarnos.

Sólo espero que la logotomizada sociedad civil, seamos capaces, al menos. De salir a las calles, sin violencia, con argumentos y sin fecha de regreso a nuestras casas. A decirles al gobierno, a la clase política, a los financieros y en general a todo aquel que se otorga el poder de decidir sobre los demás.
Que no tenemos nada más que perder, que no vamos a dejar que simplemente nos extingan como sociedad civil. Y que, si realmente el pacto democrático que la sociedad civil realizó alrededor de 1978 -constitución española -, no tiene utilidad.
Como tantas otras veces en la historia de nuestro país, el poder civil -desorganizado, en principio -deberá tomar las medidas adecuadas. Quitar los poderes de sus sillones y, buscar la alternancia que siempre dio la ciudadanía y que nunca soluciono ni el poder político, ni siquiera el económico.

Debéis entender -clase política -, que si nuestras mínimas necesidades no se encuentran cubiertas, el consumo carecerá de interés, ya que necesario -no es -. Y a partir de ahí, el esquema económico, que nos habéis intentado inocular, no tendrá validez.

Cada día, me convenzo más, de que ser político y líder, no es lo mismo. De que estáis ahí porque una deficiencia democrática, otorga a los partidos políticos un poder que nunca debieron tener.

Pero os aseguro, que desde mi ceguera, no conseguir seis que -comulgue -; y mucho menos con ruedas de molino.

Estamos entrando en un periodo primaveral, que huelo, será sin duda caliente porque de forma transversal habéis conseguido lo que quizás estabais pretendiendo. Nos habéis jodido a todos.

Simplemente por terminar, os diré. Parafraseando un lema del pasado, pero vigente 15 M “podéis intentar jodernos, pero no os dejaremos dormir”.
A partir de ahí presidente, ya puedes realizar las compras adecuadas, de material antidisturbios. Sin duda las vas a amortizar.

Te recuerdo que no es lo mismo -vencer -, que -convencer -.