8/8/14

Del cura con Evola y las monjas extranjeras.

De la Celeridad de nuestro Gobierno por un Ciudadano Español.

En estos dias estamos viendo casi de manera telegráfica que los Servicios de Exteriores y Sanidad del Gobierno español, se estan moviendo a ritmo vertiginoso para conseguir la repatriación de un cura-misionero afectado por el Evola.

Hasta ahí nada que objetar, solo siquiera una puntualización.

Espero que este protocolo sea el mismo que se emplee a partir de ahora cuando cualquier ciudadano español se encuentre en situación desesperada en cualquier lugar del mundo.

No obstante lo anterior querria hacer algunas precisiones que me llaman la atención.

1.- En el mismo lugar que se encontraba este cura, estaban prestando sus servicios médicos otras cuatro enfermeras; de las que tres tenian diagnosticado y comprobado el contagio por Evola y una, la tercera no.

2.- De las cuatro enfermeras-monjas, tres de ellas lo son de una Congregación diferente a la que pertenecia el director de ese Hospital y cura contagiado.

Existe la cuarta enfermera-monja que si  pertenece a la misma congregación que el Sr. cura párroco y director de ese Hospital y que, por su condición de ciudadana de procedencia guineana, tiene pasaporte español.

3.- En la solicitud al Gobierno de España por parte de la congregación de San Juan de Dios, quedaba bien claro que se le solicitaba con URGENCIA la repatriación de todas ellas y en especial las que era seguro ya que estaban aquejadas de dicho contagio.

4.- Parecería lógico que si no se podían trasladar a todas ellas, se hubiera hecho llegar el equipo necesario para poder paliar -en lo posible- sobre el terreno, las dolencias de todos ellos.

En todo caso no tiene ninguna lógica que una vez desplazado semejante avion medicalizado, no fuera posible dar traslado a cinco personas, de las que cuatro deberían estar perfectamente aisladas y la quinta no necesariamente.

5.- Debido si cabe a las especiales circunstancias de la zona donde actuaban todas estas personas, parecería lógico que el último que saliera de dicho recinto, fuera el padre y director de dicho equipo. Desde mi total laicidad, yo lo entendería como caridad cristiana.

6.- Pues no, el Gobierno español, ha desplegado toda una flotilla especializada de rescate y se ha traido solo a DOS personas, con pasaporte español eso si, Una de ellas, el cura grave por el contagio del Evola, pero la otra ni siquiera aquejada de esta enfermedad sino de otra que requiere de la Administración de antibióticos.

Y que ha pasado con el resto de enfermeras-monjas?.

Pues segun unas declaraciones leidas esta misma mañana en Infolibre, ni siquiera les preguntaron por su salud.

Aún sabieno que; de dejarlas alli, abandonadas a su suerte, su muerte es cierta y segura dada la prevalencia de muertes de dicho contagio en humanos.

El Hospital está abandonado, no tienen medicamentos con  que paliar su dolencia y un avión medicalizado las deja allí.

¿Pero ésto que ostias es?.

Como es posible ser tan crueles y egoistas en tan poco tiempo y con el esfuerzo que ha costado la operación.

Es que a nadie del Ministerio, ministra de vacaciones incluída se les ha ocurrido que -quizás solo quizás- con algunas implementaciones en el super avión medicalizado se podían haber traido a todas ellas.

Simplemente me averguenzo -de nuevo- de mi país. Somos peor que una república bananera.

Ya es discutible el pollo que se es´ta montando en relación con la ubicacion de los enfermos, dado que al parecer, el mejor Hospital que para estos casos tenemos, lo estamos desmontando. El Carlos III.

Solo pienso en aquellas monjitas que, aunque estan al servicio del cura a por quien ha ido la marineria española al completo, a ellas -como no son españolas- pues que las zurzan.

Y conste que se podría pensar que quizás estas Congregaciones no son solidarias las unas con las otras, etc. No es así.

Existe documentación que acredita la desesperada peticion de auxilio al Gobierno español para todas ellas.

Ya tarda esa Directora General que nos ha sacado la tele, encantada de haberse conocido, ya tarda en irse a su casa, a llorar como una ratita presumida que es lo que parecía pero ratita al fin y al cabo.

Y con ella, la ministra Jaguar, Sra Ana Mato. Al menos estas dos eficientes generadoras de portadas se podían ir cada una de ellas a vigilar sus garajes ya que no se enteran -la ministra- de quien deja alli sus coches. Redios.

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